¿Desde cuándo tengo este puto sentimiento posesivo con Amaia?
No lo sé.
Pero la única cosa de la que sí soy consciente es de que soy un completo gilipollas.
Un imbécil.
Un estúpido carvernícola tarado que cree que puede decir y hacer lo que le da la gana sin pensar en si puede herir a los demás, o así es como ella me describió aquella noche cuando discutimos en el coche porque vi que se había descargado Tinder.
Joder.
Han pasado cinco putos días y las cosas solo han ido a peor.
No me habla.
No me mira.
No me responde.
Es como si no existiera para ella.
No me he sentido tan frustrado en mi vida.
No sé qué hacer.
Necesito solucionar esto.
Echo de menos su risa, su sonrisa, nuestros momentos juntos.
La he cagado, muchísimo.
No debí ponerme así.
No soy su novio ni nada de eso. *suspiro interno*
Pero me dolió, me enfureció saber que está abierta a conocer gente, a... divertirse y lo que mierda signifique eso.
Que por supuesto lo sé, y es eso lo que me enloquece tanto.
No quiero ver a Amaia con otro chico, no quiero que Amaia ría a otro hombre.
Accedí a eso de ser amigos y creo que nuestra amistad es increíble.
Nos reímos, lo pasamos siempre bien y nos entendemos perfectamente.
Pero yo quiero más.
Ansío más.
Amaia no solo me atrae físicamente, que por supuesto lo hace.
Su personalidad, su humor, su carácter alocado, todo ella me enamora.
Y no pienso conformarme con una mera amistad con ella.
He intentado que poco a poco lo vaya viendo, llevándola a citas más formales, tonteando con ella, haciéndola sonrojar, dejando que entre en mi cama esa vez, haciendo ejercicio con ella encima de mí...
La busco siempre en los pasillos del colegio, hago que su horario coincide con el mío, cocino para ella y siempre procuro pasar tiempo juntos.
Creí que con el tiempo iríamos avanzando.
Es así cómo funcionan las cosas, ¿no?
*resoplo frustrado*
¿Por qué quiere conocer a gente cuando tiene a su mejor amigo enloquecido de amor por ella?
Debería haberla besado en ese momento.
Debería haberla besado hasta que entienda que estoy muerto por ella, después, acariciar su rostro y explicarle con palabras que estoy enamorado de ella y que no quiero solo una amistad con ella.
Pero no, tuve que cagarla como siempre hago.
Porque soy un maldito imbécil sin cerebro.
La asusté.
La decepcioné.
Y me siento terriblemente mal por ello.
He intentado de todo, llamarla, escribirla, ir a su casa, citarla a mi despacho, ir a su clase, ir al banco donde solemos comer juntos detrás del cole, buscarla en la sala de profesores...
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La profesora nueva se enamora del director
RomanceAmaia empieza a dar clases en un nueva escuela. Su inicio es bastante bueno, sin embargo, ocurre algo inesperado en su clase de matemáticas, ¿la mandan a citar al despacho del director? ¿cómo si fuera ella una alumna?