Rafael

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¿Merecía que me tirara la tarta entera a la cabeza? sí. 

¿Me pasé cuando le dije que estaría encantado de concebir un hijo con ella como si nada? Sí.

¿Iba en serio? *suspiro interno* No lo sé. 


Amaia se estuvo riendo de mí durante el día entero. 

Al principio se puso tan nerviosa que de un impulso me tiró la tarta en la cabeza, pero luego le dio un ataque de risa que se puso hasta morada.

Supongo que agradezco esa reacción a una en la que se hubiese enfadado conmigo. 

No debí soltar algo así como si nada. 

No está bien. 

El tema de ser madre para Amaia es muy importante. 

Sé que suena estúpido que su amigo le diga una barbaridad como esa, pero lo sentí así. 

No quiero que tenga un hijo de una persona extraña, entiendo que existe esa técnica reproductiva, y la respeto. 

Pero algo me inquieta al pensar que ella optara por ese plan. 

- JAJAJAJAJAJAJAJAJA eres un idiota Rafa - seguía riéndose horas después mientras cenábamos en una pizzería.

Lo recordaba y se echaba a reír como una loca.

Yo pongo los ojos en blanco aguantándome su risa.

Sonrío enamorado mientras la miro partiéndose el culo de mí. 

Estoy jodido.

- ¿en serio? ¿todavía te ríes? 

- lo siento, es que fue buenísimo.. - dice secándose las lágrimas con una servilleta. 

- ¿tan raro te pareció? 

- hombre, que mi mejor amigo me suelte que me quiere hacer el favor de hacerme un hij... - estalló a risas de nuevo. 

Vale, tiene su gracia. 

Río. 

Aunque estoy hasta la polla ya de que me diga amigo. 

Ni mejor amigo ni mierdas. 

Yo quiero más de Amaia y parece que estoy condenado a la puta friendzone. 

- joder Amaia, pero eso de usar el esperma de un cualquiera...

- no es de un cualquiera, se hacen pruebas y se garantiza una buena salud 

- yo también tengo buena salud no te jode 

Ella ríe de nuevo. 

Sonrío mirándola. 

- ¿pero no te das cuenta de que eso es una completa locura? 

- ¿por qué? donaría mi esperma encantado 

- ni de coña Rafa

- ¿por? 

Ella me mira como si no pudiera entender algo super obvio. 

- joder Rafa, pues porque eres mi amigo 

- ya estamos otra vez con esa mierda - gruño. 

Ella abre los ojos. 

- ¿pero tú estás tonto o qué?

- qué 

- ¿no entiendes que no puedo tener un hijo con tu esperma? 

La profesora nueva se enamora del directorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora