AMAIA
- 🎶 ES UN LLAMADO DE EMERGENCIA BABYYYYYYYY, VEN Y SALVA MI DOLOOOORRRRRRRRR 🎶
Canto a pleno pulmón mientras bailo como una completa loca con mis amigas: las profes del cole y mis vecinas del pueblo.
Total, es mi boda.
La fiesta de mi boda.
Rafael y yo nos casamos apenas un mes después de que me pidiera matrimonio de aquella manera tan... vamos a llamarlo diferente.
No queríamos esperar, preferíamos algo sencillo y algo privado.
Pero eso en un pueblo como en el que vivimos no puede ocurrir.
Los vecinos se propusieron montar la gorda por nosotros y aquí estamos, celebrando en mitad de la plaza del pueblo como si fuésemos el acontecimiento del año.
La ceremonia en la iglesia fue tranquila y cómoda.
Besar los labios de mi marido fue una sensación increíble, aunque no fui yo la que lloró incontroladamente sino Rafa.
Al salir todos los del pueblo se reunieron a celebrar el casamiento y aquí estoy bailando como una loca mientras mi marido es lanzado al aire por sus amigos los bomberman sexys.
Aunque nadie es más sexy que mi hombretón en esmoquín.
El más guapo.
Mi Adonis bomberman sexy gruñón.
A la semana, en nuestra luna de miel en Formentera, me dio la sorpresa de habernos inscrito en un proceso de adopción haciéndome la persona más feliz del mundo.
Y cinco años más tarde....
- ¡Rafael!
- ¡dígame mi amor! - me responde cual soldado.
Pongo los ojos en blanco.
- ¿se puede saber por qué Patri está envuelta en mantequilla de cacahuete?
- ¿que QUÉ? - dice abriendo los ojos acercándose a mí.
Yo miro a dentro de nuestra habitación de los niños, donde nuestra pequeña de cuatro años, Patricia, está cubierta de mantequilla de cacahuete.
- por el amor de Dios - dice incrédulo. - ¡Patricia mi amor! - su padre corre hasta la pequeña y la intenta abrazar pero no puede porque está llena de mantequilla. - ¡pero qué has hecho!
Mi peque le mira sin entender qué pasa.
Patricia, nuestra hija de Taiwán que desde hace dos años nos ha robado el corazón por completo.
- mami - se oye la voz más dulce del mundo.
Me giro y se me cae la boca.
Está Gorka, nuestro hijo de cinco años de origen Senegalés con la cara llena de chocolate.
- ¡Gorka!
- qué pasa... - se da la vuelta Rafa y grita.- ¡noooo! ¡Gorka!
- ¡pero qué habéis hecho!
- ¡galletas! ¡hemos hecho galletas! - dice animado.
Entonces miro a Rafa con el ceño fruncido.
- ¡se suponía que tenías que cuidarlos!
- y eso hacía mi amor, me dijeron que jugarían a las cocinitas mientras yo montaba la litera, no pensé que acabarían siendo ellos las galletas
Rompo a reír.
Patri y Gorka ríen también.
Rafa no solo me ha demostrado ser el mejor marido, sino también el mejor padre.
Ama a nuestros hijos con todo su corazón.
- os reís, ¿eh? ¡os comeré! - bromea él.
Patri y Gorka comenzaron a gritar y salieron corriendo mientras ríen.
Rafa no tarda en pillarles y coger a cada uno con un brazo.
- ¡a la ducha!
- ¡¡¡nooo!!! - gritan los niños.
Miro enamorada a mi familia.
Rafa se gira y me sonríe.
- ¿vienes mi amor?
Sonrío enternecida.
Asiento.
- por supuesto
Y pues poco más que contar.
Quién me iba a decir que el atontado gruñón que conocí en mi primer día de trabajo acabaría siendo el padre de mis hijos y el mejor marido que pude desear.
¡Chau!
Y hasta aquí esta pequeña, pero espero que divertida y amena historia de amor.
Ojalá no se haya hecho muy larga y que os haya gustado.
¡Os mando un fuerte abrazo y hasta la próxima idea!
Pamela Adriana.
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La profesora nueva se enamora del director
RomanceAmaia empieza a dar clases en un nueva escuela. Su inicio es bastante bueno, sin embargo, ocurre algo inesperado en su clase de matemáticas, ¿la mandan a citar al despacho del director? ¿cómo si fuera ella una alumna?