V: "La cita"

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Adela

Ya era medio día. Yo estaba en mi trabajo haciendo mi labor de siempre, solo que hoy hubo algo diferente. No vino Alastor en la mañana por su desayuno. Supuse que se sintió apenado por lo de anoche y no quiso venir por vergüenza.

Se lo conté a Charlotte y a Vagatha hace unas horas lo que pasó anoche y ellas al igual que yo estaban impresionadas por su comportamiento, ya que era la primera vez que lo veía actuar así, y de una forma alterada por una simple tontería.

Al llegar la hora del almuerzo, los que llevábamos trabajando desde la mañana nos fuimos al cuarto para trabajadores a comer nuestro almuerzo, y a la vez escuchar la radio.

¡Buenas tardes, mis queridos sintonizadores! —habló animadamente como siempre—. Aquí su gran amigo y locutor, Alastor. Espero que se estén abrigando bien estos días, ya que como todos saben, el invierno está cada vez más cerca de llegar y últimamente a habido mucho frío.

Escucho atentamente sus palabras mientras como mi almuerzo, a mi lado está Vagatha, quien hacía lo mismo que yo, hasta que se detuvo de comer para hablarme en un tono bajo para que los demás no escucharan.

—Es raro que él no haya venido hoy, él siempre viene sin falta a la hora del desayuno, pero es entendible, probablemente se sienta apenado y aún no quiera verte la cara.

—Es lo más lógico que e pensado. De verdad no sé por qué se puso así anoche. ¿Será que él conoce a Valentino, sabe el tipo de hombre que es y por eso se puso así de alterado al verlo cerca de mí?

Ella alzó los hombros queriendo decir "no sé"

—Aún no sabemos cómo es él en realidad, su comportamiento a veces es... raro —puso una mueca.

—¿A qué te refieres?...

—Su forma de hablar con nosotros es diferente cuando no estás tú, habla como si... si nos tuviera un tipo de asco, si se puede decir así... —enarqué una ceja— o como si fuéramos una plaga.... no sé cómo describirlo, simplemente puedo decir que es muy rara su actitud con nosotros, en comparación contigo, que siempre parece que se esfuerza en caerte bien y te trata como si fueras una reina.

Enarqué una ceja y me quedé viendo mi comida, realmente pensativa.

«Todo está siendo raro».

(....)

Estaba concentrada en hacer mi trabajo. Hacía lo mismo de siempre todos los mal.... benditos días.

Llevar la comida, limpiar el desastre que hicieron en la mesa, acomodar todo, ir, venir, etc. Ya me estaba fastidiando la misma rutina de siempre. Por suerte, Charlotte siempre venía en la mañana para hablar un poco con Vagatha y conmigo antes de que llegaran los clientes, en la mañana no llegaban muchos, y cuando llegaba el medio día, ella se iba a su casa, ya que siempre la venían a buscar para llevarla a sus clases de canto. Esta vez fue diferente, ella regresó a la tienda alrededor de las tres de la tarde con una aura y emoción muy notable en su rostro y dando saltos de alegría, ya estaba acostumbrada a su aura siempre alegre, pero esta vez estaba más emocionada de lo normal.

Se acercó a mí rápidamente para empezar a tomarme de los hombros y sacudirme rápidamente, sin quitar esa sonrisa deslumbrante que tenía.

—¡Adela, no puedo creerlo! ¡Me voy a casar! ¡Seviathan me propuso matrimonio! ¡Mira! —me enseñó su dedo onular donde tenía puesto su anillo, uno muy bello y radiante. Era de plata con un diamante en medio y otras más pequeñas pegadas alrededor.

Strange Obsession [Alastor]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora