VII: "Invitación no deseada"

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Adela

Me arde. Me está ardiendo la cara y siento mucho calor. ¿Qué....?

Abrí mis ojos de a poco, pero fué un error, ya que al abrirlos la luz del sol me golpeó muy fuerte en la vista. Sentí por un momento que me había quedado ciega, pero no. Me acomodé mejor en mi cama y me senté, frotandome los ojos aún medio dormida. Mierda, ahora me duele la vista...

Abrí de nuevo mis ojos, viendo que estaba en mi habitación y la ventana abierta. El sol estaba muy caliente hoy.

Hice un ademán de levantarme de la cama, pero se me salió un grito de dolor al sentir tan de repente un horrible dolor en mi espalda, un gran pinchazo.

—¡Maldita sea! —me quejé, llevándome mi mano a mi espalda y acariciarla— ¿Qué me pasó....? No recuerdo haberme ido a la cama ayer....

Mi ceño se frunció sin haberme dado cuenta. Me quedé pensando por unos largos segundos sobre cómo llegué a mi cama, tampoco recordaba qué había pasado anoche o el porqué me dolía la espalda y la cabeza.... Era algo muy raro

Hice el intento una vez más en levantarme, esta vez me levanté más despacio y conseguí ponerme de pie sin que mi espalda crujiera o me volviera a dar alguna punzada indeseada. Por costumbre, mi mirada se movió sola hacia mi reloj que estaba en mi escritorio y....

«¡NO ME JODAS. SON LAS NUEVE DE LA MAÑANA. TENÍA QUE HABER ESTADO EN MI TRABAJO HACE DOS HORAS!».

Con toda la velocidad que podía, salí de mi habitación para irme a bañar rápidamente, olvidando por completo los pensamientos que inundaban mi mente hace un momento.

(....)

—¡Disculpen la demora!

Dije sonando agitada en cuanto entré a la tienda, mi cabello estaba hecho un asco y no estaba muy presentable como solía estar como de costumbre. No había mucha gente en la cafetería desayunando, eso era bueno para mí, los pocos que estaban se me quedaron viendo como si fuera loca por haber entrado y gritado de golpe. Mi mirada recorrió todo el comedor mientras me dirigía a la cocina, pero me detuve y mi mirada hizo lo mismo al ver que en una de las mesas del fondo estaba Charlotte junto con Vagatha, al parecer la rubia estaba llorando, ya que sus manos cubrían su rostro.

«¿Charlotte llorando? No me digas que es por otra ridiculez que cometió... ».

Convencida de eso, rodé los ojos y me acerqué a ellas, llamando la atención de la albina, quien estaba dándole pequeños golpes en el hombro a su amiga, sus ojos chocaron con los míos y se abrieron en forma de sorpresa.

—¿Adela?

Fruncí el ceño. Me estaba viendo como si fuera un fantasma.

—¿Qué?

—¿Qué te pasó?.... ¿Tuviste una mala noche o te emborrachaste tanto que despertaste con resaca?

«¿Enserio me veo tan mal?».

—Ni siquiera recuerdo lo que pasó anoche... —intenté dejar ese tema de lado, centrándome en la rubia que aún seguía llorando y sin prestarme atención— ¿Qué pasa con Charlotte? ¿Otra vez hizo algo que no debía?

—Seviathan murió... —su tono de voz disminuyó y sonó decaído—. Lo encontraron muerto ayer en el bosque flotando en el lago. Su torso estaba abierto por la mitad y aún seguía conservando parte de su cara, parece como si se lo hubieran arrancado una persona en vez de un animal. Tenía moretones por todos lados de su cuerpo.... Es horrible.

Strange Obsession [Alastor]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora