Capitulo 27: El robo parte 1

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Helia solía ser del tipo de persona que tendía a arrepentirse de sus decisiones, aunque pocos eran los momentos donde la joven se lamentaba por decir o hacer alguna cosa.

Este era una de esas situaciones donde lo segundo aplicaba, la chica no para de regañarse por ser tan impulsiva y confianzuda, por hablar antes de pensar las cosas bien, después de todo, las señales habían estado ahí, pero ella las había ignorado.

Además de que era demasiado orgullosa como para retractarse ahora, aunque hacer algo ilegal no estaba dentro de sus planes ese día y el hecho de que aún no saciaba su hambre no ayudaba mucho al asunto.

-¿Aun quieres ayudarme? – Pregunto el moreno luego de caminar un rato en silencio, sacando a la menor de sus pensamientos.

"No, pero no es que me vaya a retractar ¿verdad?" Pienso está.

-Claro. -Contesto con una sonrisa fingida, cosa que el hombre noto por lo que tuvo que ocultar una risa burlona que nacía en él.

-Bueno será mejor que nos apresuremos, si vamos a hacer esto será mejor que explique el plan, no quiero haya fallos esta noche. - El tono que había ocupado Marc le dio a entender cuán importante era el trabajo para él, por lo que esta se comprometió a poner todo de si para el mismo.

Los vecinos estaban en la casa del castaño donde este le había explicado el plan que llevarían a cabo, enseñándole el mapa del lugar y sus puntos débiles. Por lo que tenía entendido esa noche habría una fiesta de gala, pero aquello era solo una fachada ya que el evento real era una subasta de tesoros antiguos.

- ¿Y cómo exactamente entraremos? – Interrogo confusa la menor, mientras devoraba un sándwich de crema de maní y mermelada que le había dado el moreno.

-Con esto. – El hombre mostro un par de tarjetas muy elegantes donde informaban del evento. - Un conocido logro falsificarme unas invitaciones, supongo que creyó que iría con Layla y por eso me dio dos.

-¿Entonces fingiremos ser pareja? -Dijo mientras leía las hojas.

-Si. -Soltó cortante el castaño.

-¿Tienes ropa de gala? – Pregunto el hombre, pero al notar que la menor lo miraba confundida, supo que la respuesta era un no por lo que tendría que encargarse de eso. - Bien te conseguiré la ropa adecuada.

-Supongo que gracias. -Contesto la joven extrañada por la situación.

-A Steven no le va a gustar. -Comento pensativo el hombre y no se equivocaba, podía escuchar como este se quejaba por la imprudencia de poner en peligro a la menor.

-Vamos, no es para tanto, tranquilo grandote, todo saldrá bien, ten un poco de fe en mí y Marc. -Dijo con una sonrisa y una mirada juguetona.

Los dos castaños solo se miraron fijamente por un rato en silencio, hasta que la voz de Grant se manifestó en la mente del mercenario.

"Bueno, solo tengan cuidado" Pidió nervioso el de rulos.

-Además sabes bien que no dejaría a Marc hacer esto solo. -La chica le dedico una mirada dulce al nombrado, golpeando amistosamente su hombro, para luego alejarse y estudiar bien el plan.

Spector solo la miro sin decir ni una palabra, procesando sus palabras y sus acciones, sacudió su cabeza alejando las ideas que se formaban en esta, mientras ignoraba la molesta sensación en su estómago.


La noche había llegado y la pareja estaba lista para la acción, él trigueño tomaba de la mano a la castaña que vestía un hermoso vestido rojo en forma de corazón, holgado que le llegaba debajo de la rodilla, permitiendo movilidad por si las cosas se ponían feas, en su cuello descansaba un collar de diamantes blanco, cortesía de su compañero. Por su parte Marc tenía un esmoquin negro con pantalones a juego y había peinado su cabello hacia atrás.

Las personas a su alrededor no paraban de verlos, sobre todo a la muchacha y es que realmente lucia esplendida esa noche, y Spector no podía negarlo, cuando la vio por primera vez vestida así, se quedó sin palabras y sin darse cuanta había contenido el aliento, pero supo cómo disimularlo.

El par de castaños caminaron entre la gente y siendo la más joven quien se sentía nerviosa por el hecho de estar encubierta, podía enfrentarse a terroristas, robots locos, dioses, pero estar rodeada por gente desconocida que la observaba como si fuera un objeto, la hacía sentir...insegura, hacía que malos recuerdos la invadiesen.

Por su parte el moreno había nota la inquietud de su acompañante, la manera en la que se aferraba a su brazo y esquivaba a las personas a su alrededor le daba a entender que se sentía incomoda.

-No dejes que noten que te hacen sentir inferior, son solo personas con dinero, eso no significa que sean intimidantes. -Comento el hombre mirando a su alrededor serio atrayendo la atención de la chica, sintiendo calma por las palabras de su pareja. -Además eres mucho más aterradora y poderosa que ellos.

Aquello provoco una sonrisa en la menor y una disimulada en el mercenario, ya un poco más relajada siguió al hombre.

La música sonaba fuerte, aunque no demasiado como para molestar a los invitados e interrumpir sus platicas, se podía ver en la pista algunas personas bailar en parejas sonando de fondo la orquesta de la fiesta, la melodía era lenta y agradable, la voz del hombre que cantaba era profunda e hipnotizante.

Estaba tan concertada en aquella melodía tan suaves y sus letras tan románticas que no noto que el mercenario la había conducido hasta la pista de baile, tardo solo unos segundos en reaccionar ante la situación, estaba confundida ¿qué hacían en la pista?

-La pista es el lugar más cercano a la puerta de acceso a la subasta, debemos ser discretos y pasar desapercibidos, al menos hasta el momento en que podamos entrar sin ser vistos. –Comento el mayor a la duda de la chica, como si hubiese leído sus pensamientos. Sintió como su compañero tomaba delicadamente su cintura, tardo un poco en entender lo que quería hacer el hombre, bailar. – Solo relájate, trata de seguir mis pasos.

La joven si bien al inicio se sintió nerviosa ante la idea de bailar, ya que nunca había sido buena en eso y el hecho de que varios pares de ojos la verían no ayudaba mucho, decidió intentarlo, por lo que con cuidado tomo la mano del moreno y dejo que este la guiara.

Al inicio le costo trabajo seguirle el ritmo al mayor, pero pronto pudo adaptarse a la melodía que sonaba.

Los movimientos de ambos eran suaves y elegantes, Marc hacía girar a Helia con gracia y belleza, coordinando sus movimientos casi a la perfección, a pesar de que había más parejas bailando, nadie podía negar que en esos momentos la pista era de los castaños y que a pesar de que había miles de ojos viéndolos, el par había dejado de lado a los demás para solo concentrarse en ellos dos y en disfrutar ese momento tan agradable.

Cuando la canción termino los morenos se separaron mirándose a los ojos, la joven le dedico una sonrisa al mayor, para luego aplaudir junto con los demás invitados a los músicos, mientras que por su parte el mercenario no podía dejar de ver a la chica, algo dentro de él se había removido al estar tan cerca de esta, aquel extraño cosquilleo en el estómago volvía atacarlo, pero esta vez era más fuerte, junto con una sensación de calor en el pecho. En un intento de ignorar aquello que sentía, decidió enfocarse en su alrededor notando así que estaban muy cerca de la entrada de la subaste por lo que llamo discretamente a la menor quien inmediatamente entendió lo que quería decir el hombre al ver hacia donde miraba.

Viendo aquella situación como una buena oportunidad para acceder a la reunión secreta, ambos de manera discreta se colaron por la puerta, sin ser vistos por los demás asistentes, solo esperaban que la noche avanzara conformé al plan. 

°°°°

Hola queridos lectores espero que estén bien, lamento haberme tardado tanto pero el trabajo me ha consumido estos días y apenas pude trabajar en esta historia, tratare de publicar la siguiente parte estos días, bueno si el trabajo me deja.

Sin mas me despido, los quiero.

Cambio y fuera. 

GODNESS || MOON KNIGHTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora