Capítulo 29: Entre amigos

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La semana había pasado de los más normal para Helia, incluidos trabajos extras por parte de su dulce jefa, nótese el sarcasmo. Y no era la única a la que la rubia había aumentado sus actividades laborales, ya que el pobre de Steven había corrido con la misma suerte de sufrir aquello.

Lo único que parecía aminorar el estrés de todo eso era los pequeños momentos en donde ambos concedían en las labores, siendo el castaño el que más disfrutaba de ellos. Pasar el rato hablando con su vecina eran los instantes favoritos del hombre, ya que además de hacerlo reír con sus comentarios, le transmitía una gran calma.

En uno de los pequeños descansos que tenía el moreno caminaba hacia el almacén donde vería a la joven para comer, aquel lugar se había convertido en una especie de lugar secreto para reunirse y comer sin que su jefa los molestara.

Cuando llego al lugar, no pudo evitar sonreír al ver a su amiga devorando una dona, sus mejillas estaban sucias por el glaseado y regordetas por el alimento, esto resultaba en una imagen encantadora para él, aunque cualquier cosa que hiciese la chica era algo lindo ante sus ojos.

-Veo que empezaste sin mí. – Comento el de rulos mientras le daba una servilleta que tenía a su compañera, cual le agradeció con una leve mueca.

-No pude evitarlo, sabes bien que tengo una debilidad con estas cosas, bueno con la comida en general. – La joven se limpió la boca mientras terminaba de pasarse la comida.

El castaño se había acostumbrado a ese tipo de conductas la menor, si bien al inicio le extraña o lo confundía, con el paso del tiempo lo normalizo y ciertamente, ahora estas acciones le generaban diversión y ternura.

-Ah se me olvido decirte, Layla me llamo hace un rato, dijo que llegaba hoy en la tarde y que quería que saliéramos los tres juntos hoy en la noche. – Comento emocionada la menor.

-Y dijo porque razón. – Pregunto extrañado el moreno.

-Solo que quería pasar un tiempo entre amigos, ya sabes para divertirnos. – Dijo con una sonrisa la pelinegra. - Vamos, nos distraeremos un rato, nos hará bien.

-Supongo que será bueno ir. – Respondió ante la insistencia del a chica, aunque él también pensaba que sería genial salir con la de rulos y su vecina, un pequeño respiro le vendría bien luego de esos cansados y extraños días.

Luego de eso siguieron hablando de trivialidades hasta que su momento de descanso se había acabado, por lo que tuvieron que separarse para continuar con sus respectivos trabajos.

El día paso con normalidad, con todo y el mal humor e insultos de parte de su jefa Donna, debido a que Steven salía un poco más tarde que Helia, esta había decidido esperarlo, quien mientras pasaba el tiempo, decidió ayudar a su vecino con algunas de las actividades que tenía que hacer, aunque este al inicio le dijo que no era necesario que se quedara, al final se dio por vencido.

Cuando llego la hora de salida, los morenos no dudaron en salir disparados del museo para evitar cualquier reclamo de la rubia.

Justo cuando habían llegado a su casa, ambos recibieron un mensaje de Layla avisándoles que ya había llegado al aeropuerto y que en un par de horas pasaría por ellos, por lo que cada se dirigió a su respectiva casa para preparase. Siendo la pelinegra la primera en estar lista, ocupando el tiempo que restaba en escuchar música.

-No hay que llorar, que la vida es un carnaval. - Cantaba la joven a todo pulmón mientras baila al ritmo de la música que escuchaba, siendo interrumpida por el sonido de unos golpes en su puerta, por lo que pauso su música y fue abrirla encontrando detrás de esta a una mujer de rulos que conocía bien.

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⏰ Última actualización: Sep 26, 2023 ⏰

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