Capítulo 13: El traje

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Con el ruido metálico del ascensor y de los engranajes de este, la joven sentía que en cualquier momento se iba a desmayar del cansancio y del hambre, sobre todo del hambre, había pasado horas tratando de encontrar a su vecino, pero luego se dio por vencida.

Además de que luego de un rato se le ocurrió la posibilidad de que el castaño podría haber regresado a su casa.

El sonido de las puertas del elevador abriéndose trajo de nuevo a la realidad a la muchacha que rápidamente salió del mismo encaminándose con un tanto de flojera a la entrada de su apartamento, deteniéndose un momento delante de la misma al escuchar la voz de su amigo provenir de su hogar.

Por impulso la joven corrió hasta la puerta tocándola un poco efusiva, solo pasaron unos segundos cuando la puerta fue abierta y detrás de esta se hallaba Steven.

-Por Dios Grant ¿Dónde estabas?, te estuve buscando por horas, por cierto ¿no tendrás algo para comer?, tengo un hambre voraz y sed, creo que me van a salir callos de tanto caminar. – La chica se metió a la casa del castaño, parloteando sin parar todo lo que le venía a la cabeza mientras buscaba algo de comer en la alacena del mayor encontrando unas galletas, comenzando a devorarlas sin pensarlo demasiado. Sus ojos viajaron por toda la habitación notando luego de un rato una presencia femenina que la miraba extrañada. - ¿Quién es ella?

-Es Layla, me ayudo a escapar. -Contesto el moreno aún aturdido por toda la información que había soltado su amiga, pero aliviado de verla sana y salva.

-Oh genial, gracias por ello, estaba preocupada por él. -Le dijo amistosa la joven a la mujer de pelo rizado, quien le sonrió amablemente. - ¿Quieres una galleta?

La mayor solo negó ante el repentino ofrecimiento de la muchacha, siguiendo su conversación con el moreno, bajo la atenta y curiosa mirada de la más joven. Quien estaba entretenida viendo el espectáculo que se desarrollaba frente a ella, mientras comía alegremente las galletas junto con un poco de leche, la cual había robado del refrigerador de su vecino.

Enterándose que al parecer la de rulos conocía a Marc, el mismo con el que hacia un rato le había enseñado el dedo de en medio, cosa que le hizo sacar una sonrisa al recordarlo, y entre otras palabras que no puso atención por estar divagando.

-Espera ¿estamos casados? – Dijo el trigueño atrayendo la atención de la pelinegra, quien por lo poco que había escuchado al parecer la mujer de rulos estaba casada y a punto de divorciarse de Marc, cosa que sorprendió tanto a la menor como al moreno.

-Oh vaya esto es mejor que una telenovela, con drama y giros sorpresivos. -Susurro para si la chica disfrutando entretenida la plática que tenían los mayores.

Mientras veía como su vecino trataba de convencer a la mujer que él no era Marc Spector si no Steven Grant un simple trabajador del museo, bueno ex empleado, la puerta sonó atrayendo la atención de los tres presentes, desde afuera las voces de un hombre decía que era la policía, cosa que pareció alterar a los mayores, por lo que Layla rápidamente salió del apartamento para esconderse afuera, lo menos que quería la mujer era que la ley la viera. Bajo la mirada confusa de la chica, Grant se acercó a la puerta para abrirla, donde lo esperaban unos agentes de la policía, quienes al parecer venían a interrogarlo por lo sucedido en el museo.

-Creí que no levantarían cargos. -Decía el moreno confundió por la presencia de los agentes ahí.

-Son solo unas preguntas, tiene que acompañarnos, los dos. – Ordeno el hombre el cual era corpulento y algo grande.

Desconcertados el dúo acepto acompañarlos, siendo subidos a una camioneta, mientras iban en camino a su destino, la menor seguía comiendo contenta lo que quedaban de las galletas, pero uno de los policías no dudo en quitarle su bolsa de comida y tirarla argumentaba que le era irritante el sonido que hacía al comer, ganándose una mirada de odio por parte de la joven.

GODNESS || MOON KNIGHTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora