Capítulo 2: Nuevo hogar

495 53 4
                                    

- ¿Y qué tal Londres' ¿es tan frio como dicen? - Pregunto la mujer del otro lado de la linea.

- Esta bien, no realmente al menos no para mi, la verdad no eh salido mucho, apenas termine de comprar lo que me faltaba para el departamento, y ya sabes como soy, entre menos conviva con otros humanos mejor. - comento la chica mientras dejaba la caja del micro hondas que había comprado.

- Creí que ya habías dejado esa etapa de asocial hacía mucho tiempo, vamos la primera vez que viste a Steve no dudaste en decirle que era guapo y que podías perderte en sus hermosos ojos azules una eternidad. - Dijo con picardía la muchacha.

- Mira una cosa es que no me guste convivir con la gente, porque involucra mucho drama y otra cosa es que sea tímida, además era verdad sus ojos eran bellos, además no me puedes culpar fue mi primer crush en años, aparte era demasiado joven, no sabía lo que decía. - Trato de justificarse la pelinegra pero solo logro que su amiga soltara una carcajada.

-Si claro cómo no, pero ya hablando en serio, Helia ¿segura que esta todo bien?, es la primera vez que vives sola en mucho tiempo, además que es en un lugar desconocido y con todo lo que paso estos años. - Guardo silencio un momento provocando un nudo en la garganta de la castaña, soltando un suspiro busco las palabras adecuadas para tranquilizar a su amiga.

-No te preocupes estoy bien, necesito esto, el cambio de aires tal vez me ayude un poco, han sido años muy complicados y un respiro me ayudara. - Su mirada se posó en la ventana que estaba en la sala, a través de esta podía ver las calles londinenses y los transeúntes pasar.

-De acuerdo, si necesitas algo cualquier cosa, no dudes en llamarme. - Su voz era calmada, pero con una pizca de preocupación.

-Lo hare, salúdame a Sam y felicítalo de mi parte, ah y Maggie salúdame a las chicas. - Con una sonrisa nostálgica se despidió de su amiga y colgó.

Su mirada se perdió entre la gente, pero su mente estaba en otro lado, la conversación con Maggie la había dejado pensando, era la primera vez que estaba sola en años, desde que había conocido a sus amigas casi hermanas, sobre todo con una de ellas con la que había compartido casi una vida, pero ya lo había dicho antes, lo necesitaba, después de todos estos años quería una vida normal, quería dejar de lado la capa de heroína y sus variados.

Suspiro dejando de lado todas las ideas que rondaban por su mente, decidió dar un paseo y de paso comprar comida.

El frio golpeaba su rostro, en una de sus manos llevaba algunos alimentos para la semana, en su otra mano sostenía un moka, del cual bebía, una sonrisa se extendió por su rostro disfrutando el momento, era agradable la paz que experimentaba, casi parecía que nada podía arruinarlo, ¿verdad?

Lo primero que sintió fue alguien chocando con ella, lo que siguió fue el líquido caliente en su ropa.

-Mierda. - Soltó molesta, no porque manchara su blusa, sino porque no podría seguir tomando la bebida, aquello le dolía mucho.

-Lo lamento. - Dijo una voz masculina grave y seria, con un acento americano, el hombre siguió su camino sin esperar la contestación de la chica, quien solo puso una mueca de molestia.

Resignada a la pérdida de su café y con demasiada flojera como para ir por otro, siguió su camino a casa, puede que una noche de peliculas le ayudara a animarla.


Definitivamente su ánimo había mejorado, no paraba de reír con las peliculas que veía, tomo un poco más de helado de chocolate disfrutando del sabor dulce de este, pero al comerlo demasiado rápido sintió su cerebro sufrir, se le había congelado.

-Rayos. - dijo adolorida, distrayéndose del dolor al escuchar algo golpear el techo, o al menos pensó que era el techo, extrañada decidió investigar, asomándose por la ventana para ver si podía notar alguna cosa, solo que no esperaba ver que entre los techos de los edificios un hombre con un disfraz blanco y una capa parecía saltar entre cada uno de estos, parecía ser una especia de vigilante, tratando de observar con detalle el traje lo mejor que podía, notando que la persona parecía llevar vendas alrededor de su cuerpo, debía aceptar que el disfraz le parecía muy original y genial.

Luego de saciar su curiosidad, la joven regreso a su sofá y siguió viendo la pelicula en su laptop, no necesitaba saber nada más de aquel hombre, no era su problema después de todo. 

GODNESS || MOON KNIGHTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora