Notas y Planes

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El día de hoy su tutor de literatura salió impaciente de la mansión, Atlas supuso que ya había llegado a su límite después de que pasara la mitad de la clase ignorándolo a favor de leer el diario de Marene.

Aunque claro no era tan ingenuo como para leerlo a plena vista, lo había metido en la funda de otro libro, y a los ojos de su profesor de literatura Atlas era muy fan de las plantas tóxicas de Pluville.

A decir verdad estaba entre pensar que era una mujer muy inteligente o una maniática. Tal vez ambos, cambiaba de tema extremadamente rápido, cómo si estuviese escribiendo en el momento en el que se le ocurriera. Todo el libro era sobre amuletos y la energía cerca de ellos, de vez en cuando mencionaba otros tipos de magia o posibles manera de comunicarse con algo que llamaba "magia interna", aunque, a veces se interrumpía para describir algo que le gustaba de Servella, enfatizando que no había vivido aquí hasta los dieciocho. Si todas las fechas eran correctas parecía escribir casi todos los días, el libro paraba repentinamente alrededor del invierno un año después del cumpleaños de Lucio.

En ese momento alguien entró a la casa. Atlas se levantó de donde estaba sentado y miró por el riel a Lucio entrando a toda velocidad.

—¿Hola?—

Lucio no respondió. Dejó sus cosas a un lado de las escaleras y volvió a salir con su espada en mano. Atlas se quedó un poco confundido pero lo dejó pasar y se puso a leer otra vez.

En algunas partes la caligrafía fina y elegante del libro cambiaba a una desordenada y casi ilegible.

"Ya te dije que solo reescribieras, no hay necesidad de que cambies mi redacción" Vio anotado a un lado del papel en la caligrafía de poca calidad. Un poco más abajo en la caligrafía más fina decía "Si solo lo hubiera reescrito, ni tu sabrias que estabas tratando de decir"

La curiosidad de Atlas se apoderó de él, empezó a pasar las páginas rápidamente tratando de buscar más de esas pequeñas anotaciones. Encontró otra al lado de un dibujo de un amuleto en forma de tiara.

"La recuerdo más adornada" estaba anotado en la caligrafía descuidada.

''Lo arreglo después" le respondía la caligrafía fina un poco más abajo.

"Mentiroso"

Siguió pasando las páginas encontrando una que otra anotación. Hubo un punto en el que pudo ver como la letra fina y elegante paraba a mitad de párrafo y continuaba como la letra fea e ilegible. El resto del libro estaba escrito de esta manera, aunque la letra fina seguía apareciendo por debajo de los dibujos que acompañaban a los ahora incomprensibles párrafos.

De manera lógica supo que alguna de las dos letras le pertenecía a Marene, pero no estaba completamente seguro de la otra. Era muy obvio pensar que dos personas pudieron haber escrito el libro, evidenciado por las "conversaciones" que estaban escritas en sus páginas, sin embargo no quería precipitarse mucho. Quien sabe, tal vez ella realmente había perdido la cabeza. Siguió leyendo las páginas ahora fijándose en las fechas que tenían escritas en la parte de arriba de las páginas. Parecía escribir por varios días seguidos algunas semanas, para después volver a escribir intermitentemente por algunos meses. Su corazón se hundió al ver que la última fecha escrita estaba por encima de una página en blanco de la cual parecía le habían pegado algo y alguien la había arrancado. La fecha marcaba alrededor de dos meses después del cumpleaños de Lucio.

Su lectura fue interrumpida por el sonido de la puerta abriéndose, aunque esta vez fue abierta de una manera razonable y tranquila.

—¡Atlas!— grito Lucio desde la puerta. Atlas se asomó por el riel nuevamente y vio a Lucio asomándose por la puerta. Cuando lo vio dijo —Voy a hacer malvaviscos afuera —¿Quieres?— dijo con una sonrisa.

El Fuego Que Se Llevo El CaminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora