El sudor frío le recorría el cuerpo, se sentía enfermo de nervios, el examen de admisión fue sin dudas duro y exhaustivo, había entrenado para él desde los 10 años, obviamente eso le dio la ventaja en algunas partes, romper madera, usar la espada, discreción, tácticas de supervivencia, la mayoría de tareas físicas las hizo perfectamente, por otra parte la teoría...Dio un respingo al recordarlo, su sabiduría sobre la historia de los caballeros y de Servella era magistral, su padre no había contratado a los tutores más prestigiosos y renombrados de la región para que fuera a hacer el ridículo, por lo que esa sección del examen escrito se le hizo fácil, pero cuando llegó a problemas sociales se le fue todo abajo, la parte escrita de la sección la escribió tranquilo, confiando en que hacía lo correcto, pero después le quitaron la hoja y empezaron a examinar a todos oralmente, uno a uno todos los presentes debían hacer como si le hablasen a una persona en una determinada situación. La situación que le tocó a él fue, "una madre preocupada por su hijo de cinco años quien ha desaparecido ya hace unos días te pregunta cómo ha ido la investigación, hasta el momento tu grupo de investigadores y tu no han podido dar con nada concreto, pero hay una fuerte conexión entre su desaparición y un cadáver que apareció en la costa de un lago cercano".
Según Lució la mejor manera de tratar con cosas así era con honestidad, por lo que procedió a decirle a la madre inexistente todo lo que se sabía, sin embargo su confianza se desvaneció al sentir la mira de todos los demás, lo veían apenados o extrañados, el examinante lo vio con cara de que le faltaba un tornillo y lo mandó a sentarse, realmente la pena no hubiese sido tanta si no hubiese visto a Jean mirarlo con cara de "Pero que hiciste".
—Me voy a morir—anunció Lució al desmontarse del caballo, el sirviente que fue a recoger su corcel rodó los ojos, mientras que Atlas dejó salir una carcajada. —¿Le pido a Elzer que empiece a cavar el hoyo? — dijo desde la entrada, estaba apoyado en el marco de la puerta de la entrada, su padre y el normalmente bromeaban de que si Atlas crecía aún más este iba a terminar pegándose contra los marcos de todas las puertas de la la mansión.
A diferencia de Lucio quien era un rubio pálido de cabellos largos rizados y cuerpo grueso e intimidante, Atlas era de piel morena con cabello negro largo y lacio, estaba generosamente tonificado pero no estaba ni cerca de parecerce al cuerpo de Lucio, en lo que si lo superaba de cualquier forma era la altura, la primera vez que Lucio vio a Atlas, el era un niño de nueve años que le llegaba por debajo de la barbilla, ahora le sacaba una cabeza completa a Lucio. Sin embargo su característica más resaltable era el parche que llevaba en su ojo derecho, dejándolo solo con uno azul.
—¿Papá llegó?— preguntó cruzando la puerta que Atlas le sostenía y quitandose unos anteojos negros que le cubrian los ojos carmesi, el salón de entrada se sentía igual de acogedor que siempre, con sus suelo de madera oscuro, paredes beige y sus varias decoraciones, que iban de múltiples cuadros a preciosas vasijas.
—No, salió temprano hoy, así que no le pude preguntar a dónde iba—dijo cerrando la puerta y subiendo las grandes escaleras de madera del vestíbulo. Lucio dejó salir un suspiro, realmente estaba nervioso de contarle todo a su padre, siendo él su más grande apoyo, ayudando a entrenar desde pequeño, su apoyo se volvió incluso más grande cuando Lucio recibió su amuleto a los trece años, incluso le regaló una espada nueva para el examen una semana antes del evento. Las expectativas de su padre y su atención, aunque muy preciadas para él, rápidamente se le volvieron abrumadoras al recordar su error en la examinación.
—Ajá,¿pero cómo te fue?— preguntó Atlas quien lo esperaba atentamente en la cumbre de las escaleras.
—Bien,¿Supongo?— Atlas frunció el ceño y lo miro estoicamente al recibir su respuesta, —¿Entonces porque andas por ahí como si quisieras que la tierra te trague?—
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El Fuego Que Se Llevo El Camino
Mistero / ThrillerSer aceptado en la academia para caballeros era parte de su plan, empezar a descubrir los extraños secretos de su familia no lo era, dime cuantos secretos pueden guardar tres personas bajo un techo y una lapida en el jardin?