Termino de servir algunas de las mesas del restaurante lo más rápido que puedo y después vuelvo con rapidez hacia la cocina para llevar las nuevas órdenes de los clientes.
Así es mi vida diaria desdé que deje la universidad hace ya tres meses. Es pesado cómo cualquier trabajo, pero gracias a esté y al trabajo nocturno que tengo en el bar puedo pagar los gastos de los medicamentos para mi madre.
No me arrepiento de estar haciendo esto, por que sé que lo estoy haciendo por la mujer que me trajo al mundo. A ella le debo absolutamente todo, sin ella no hubiera podido llegar hasta la universidad para tratar de converirme en médico. Mamá es todo lo contrario a mi padre, de él ya no espero ni la más mínima ayuda. De él solo espero deudas y más deudas.
Siempre termina endeudado hasta las narices. Es una situación completamente molesta e insoportable.
Si fuera por mi, sacaría a mamá de ese departamento en dónde vivimos y la llevaría lejos de él para siempre.
—Tierra llamando a Jay —mi mejor amiga aparece en mi campo de visión con su típica sonrisa y me saca de mis pensamientos —.¿Qué pasa? Te has quedado cómo una estatua.
—Perdón Kelly, solo pensaba cosas. Ya sabes que mi mente es un mar muy tormentoso.
—Si, lo sé. Pero no te preocupes, pronto lo dejara de ser Jayden. Te lo prometo —dice.
Kelly siempre trata de animarme, el restaurante en el que estoy trabajando le pertenece a su familia. Ella y sus padres al ver la situación por la cuál estaba pasando me ofrecieron el empleo. Ellos son mis ángeles de la guardia definitivamente.
Ella y yo somos mejores amigos de toda la vida, al igual que nuestras madres.
Kelly es bajita, de cabello castaño oscuro algo corto, es morena y de unos ojos color esmeralda muy bonitos. Ella es de carácter muy cariñoso pero cuándo se molesta suele dar bastante miedo.
—Sé que ahora estás pasando muy momento muy pero muy complicado, Jay —toma mis manos —. Pero tengo la certeza de que saldrás de esto y podrás volver a la universidad para convertirte en el doctor Russell que todos esperamos con ansia.
—En serio no sabría que hacer si no te tuviera a ti Kelly —respondo una sonrisa —. Eres mi salvadora. Lo digo de verdad. Tú y tú familia han hecho demasiado por mi y por mamá que no sé cómo pagárselo.
—Para eso están los amigos Jay. Ya sabes que nuestras madres fueron juntas a la preparatoria. No tienes absolutamente nada de que agradecer. Los queremos demasiado a ti y a la señora Regina.
No puedo aguantar más y abrazo a mi amiga.
Definitivamente ella es una de las mejores etapas de toda mi maldita vida.
—Te quiero Kelly.
—Yo te quiero más, Jay.
Nos dejamos de abrazar.
—Bien...—me dice —. Tenemos que terminar nuestro turno para poder comer ¿Qué crees? Ordene pizza, la mitad de ella es tú favorita.
—¿La pediste hawaiana?
—Exacto —sonríe ella —. Vamos a trabajar.
—A la orden capitana Clarke.
Nos separamos y cada uno continúa haciendo su respectivo trabajo en el restaurante. Cada vez más el lugar se llena de clientes, hoy parece ser un excelente día para el restaurante ya que casi está al tope.
Los minutos pasan y Kelly y yo terminamos con éxito nuestro turno de trabajo. Ya las siguientes horas otras personas se harán cargo. Sin esperar ni un solo segundo vamos rápidamente hacia la cocina y comenzamos a comer la pizza que Kell había ordenado.
—Observa esa hermosura —comenta la oji-verde después de haber abierto la caja.
Demonios... se ve tan rica.
Tomamos nuestro respectivo plato y rebanada para comenzar a comer.
—¿Has tenido noticias de él?
—¿Él? —la miro confundido.
—Hablo del que no se debe de ser mencionado.
—¿Thomas?
—Shhh... el decir tan solo su nombre puede traerte mala suerte todo el daño —me dice.
—No... no he tenido ni una sola noticia de él.
Thomas es mi ex novio, ambos estábamos demasiado enamorados cuándo nos conocimos en el primer año en la universidad pero después las cosas cambiaron.
Sus padres no querían que estuviéramos juntos. Debido a que Thomas viene de una de las familias más ricas y poderosas de toda Nueva York y yo no. Él no lo pensó dos veces a la hora de dejarme. Decidió terminar nuestra relación para que sus padres no lo dejarán sin dinero y autos caros.
—Aún me cuesta creer demasiado lo que ese tonto te hizo. No puedo creer que haya personas que prefieran el dinero que la felicidad de tener a la persona correcta a su lado. Tú eras la persona correcta para él.
—¿Sabes? He pensado mucho en eso y llegué a una conclusión.
—¿Y cuál es?
—Que tal vez yo si era la persona correcta para Thomas, pero él no era la persona correcta para mi. Tal vez el indicado aún está allá afuera, esperando a que lo conozca por fin —comento.
—Tienes la razón Jay, él no era la persona correcta para ti. Tú te mereces algo mejor. Y Thomas no lo era. No puedo esperar para que conozcas al hombre correcto para pasar el resto de tus días. Apuesto que será un caballero muy educado y amable —dice mi mejor amiga.
—Yo también —sonrió —. Y más apuesto que Thomas.
—Eso tenlo por seguro amigo mío. Cuándo encuentres a esa persona correcta, será extremadamente mejor que ese idiota hijo de papi y mami.
—Si Kell, lo será —contesto —.¿Podemos cambiar de tema? ¿Qué pasó con la compra que hiciste hace unos días en internet?
—¡Oh! Encargue un hermoso vestido de noche color rojo.
—¿De dónde vine?
—De Italia, específicamente Florencia. Lo compré en la boutique de Beatrice De Luca.
—¿La reconocida diseñadora?
—La misma, Jay definitivamente esa mujer hace unos excelentes vestido. No puedo esperar para usarlo. Apuesto que seré el centro de atención en dónde sea que vaya. Seré una princesa.
—Siempre has sido una princesa, Kelly.
—Owww... en serio te adoro demasiado.
—Y yo a ti —respondo con una sonrisa.
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Cameron
RomanceDimitri Cameron es el hijo de una de las familias más importantes y poderosas de Nueva York. También es el heredero de la familia y quién carga la responsabilidad de seguir manteniendo a la familia Cameron en el trono en el cuál se encuentran desdé...