Destinos cruzados -Wenclair-

Mañana Ortega

—Buenos días, señorita Ortega. La hemos estado buscando. ¿Podría decirme dónde estaba hoy a las 10am?.

Wednesday estaba de brazos cruzados observando al oficial con indiferencia, aun tenía su traje que le habían puesto momentos antes, ahora estaban en una comisaría y ella empapada completamente, con su ropa claramente más oscura justamente por retener líquidos, pero seguía así puesto que se negó a quitarse su traje, el oficial estaba dando vueltas alrededor de ella penetrándola con la mirada.

—Estaba en el set de grabación de la temporada 2 de Wednesday–Contestó con simpleza cruzando sus brazos—¿Hay algún problema oficial?.

—El set se incendió con todos adentro, por suerte nadie salió herido ¿Recuerda estos hechos?

—Si señor oficial, creo que es obvio ello—El oficial se detuvo frente a la mesa y tomó asiento.

—¿No ve algún problema con eso?.

—Ninguno.

—¡El set se incendió señorita!.

—¿Y?

El oficial tenía un tic en el ojo, casi parecía querer golpear a la chica que seguía indiferente a todo, aunque eso seguramente sería demasiado cuestionable por sus superiores.

—¿No ve el problema en que casi mueren quemadas?.

—Me trae dulces recuerdos de las historias de la boda de mis padres únicamente—Contestó con simpleza. El oficial suspiro y la miró con demanda—¿Alguna otra pregunta oficial?.

—¿Cómo me explica el galón de gasolina medio vacío en su camerino?—preguntó el oficial golpeando la mesa para intimidar a la chica, Jenna ni siquiera parpadeo.

—¿Debo dar explicaciones de lo que una señorita usa o no dentro de un camerino el cual revisaron sin mi autorización?—El oficial frunció el ceño ante ese intento de distracción infantil.

—Señorita, estoy tratando de ser paciente con usted, pero esta historia simplemente no me está cuadrando. Me parece que están intentando encubrir algo. Algo demasiado evidente a decir verdad.

—No tiene fundamento alguno para su acusación, le aseguro que no tuve mano en el incendio—El oficial busco alguna señal de que mintiera pero sonaba y se veía demasiado honesta—No entiendo como se podría vincular un galón de gasolina medio vacío con el incendio de un set.

—¡Deje de bromear conmigo o la voy a detener!.

—Detenerme por qué, ¿Por ser diferente y amar el caos que cubre el mundo donde vivimos y abrazar el terror existencial que todos tenemos dentro? Eso es discriminación, oficial.

—Deje de darle vueltas al asunto señorita Ortega, sabemos que fue usted.

—Lo repito ¿Tienen pruebas?.

—Señorita Ortega, su falta de cooperación me está haciendo perder la paciencia.

—Paciencia es lo que tuvimos que tener nosotros antes de que se presentarán a la escena oficial.

—¿Qué?—El oficial se descolocó por eso.

—¡Pasaron 22 minutos desde que las llamas empezaron! Los bomberos llegaron mucho antes que ustedes.

—¡Deje de cambiar de tema señorita!.

—Señorita esto señorita lo otro ¿Ahora quiere cambiar de tema ya que hablamos de su incapacidad de cumplir bien sus labores?.

—¡Si! Espere ¡No, digo no! Eso no es importante en...

–¡Aja!—La chica se puso de pie golpeando la mesa, el oficial la vio incrédula—¿¡No es importante la vida de todas las personas que pudieron morir porque la ayuda no se presentó al momento!?.