Capítulo 4

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Sonrisa o castigo

-–Cariño te has quedado pasmada.–mi madre me veía preocupada.

—Eh

En ese momento reaccione, me había quedado viendolo o más bien matando a ese renacuajo con la mirada.

JODEEEER!..... bonito será el castigo.

—No es nada mamá.–dije con un hilo de voz

—Pues anda dime porque le has dejado de hablar a este chico tan educado.–musito mi mamá

—Ay por favor si es un.....– casi termino la oración con un idiota si no era porque mamá me mira con curiosidad

—Un chico muy tierno– termine torpemente.

—Si claro– mamá arqueó una ceja.

Ya di por hecho que no me creía nada para que habré dicho algo.

Y para liarla más le di un fuerte golpe al renacuajo disfrazado de palmadita que no tenía nada.

— ¡Auch! si que estás haciendote más fuerte chica.–puso una cara de dolor como si le hubiera pateado las bolas.

¡Malditooooo! pero ganas no me falta.

—Tu también que lo estás eh muy grandecito y haces unas caras maravillosas deberías ser actor el papel de víctima te quedaría genial.

Ruego que mi madre no capte la indirecta porque  ahora sí que nos la pasamos en grande

Ay chica como quisiera no ser tú, eres demasiado...

Shhhhh que somos una sola y si yo la lio quedamos liadas las dos.

—Como sea fue un placer verte Kate y mucho más a ti Eliza.– sonreía descaradamente en mi dirección.

Le dió un beso a mi madre y se alejo se dió media vuelta y se....

—No me merezco un abrazo querida Eliza.–dijo con falsa ternura.

Me miraba con superioridad mientras de reojo miraba a mi madre.

—Ni de coñ....digo si claro quien podría negartelo.–musite
 
Mi madre sacudía de un lado para el otro la cabeza muy débilmente.

No sería tu madre si no te mirara con desaprobación en todas las fiestas pijas.

Dímelo a mí

—Pues anda, venga que no muerdo–dijo con media sonrisa.

Cuando me estrujó entre sus brazos me puse de puntillas y ....

—Si claro solo babeas capullo.–susurre cerca de su oído.

Espero que lo haya escuchado que no lo pensaba volver a repetir, era aventurera pero también quería vivir.

—Querida Eliza no sé si te he escuchado bien pero has dicho que babeo?– inquirió en altavoz.

Conozco personas indiscretas y a este capullo.

— ¡QUE HA DICHO QUE!– dijo sonora mente mi querida madre.

Me sobresalté al escucharla definitivamente el plan de que sea compañero de mi hamster cada vez se me hace mejor.

...

Bueno este día no podía ser .....mejor, no llamemos a la mal suerte porque creo que le encantó.

Después de tres mil regaños de mi madre por mi falta de educación con el chico perfecto según ella y claro no hay más ciego que el que no quiere ver.

El idiota se despidió muy rápido no como el que pidió un abrazo solo dijo

—Si me disculpáis mi madre me necesita.

Y sin más se dió media vuelta con la mirada furiosa de mi madre y para liarla más llegó mi progenitor y mi madre que es una gran bocazas le a soltado todo.

Ahhhhhhhh

Pasamos media hora más despidiéndonos y fuimos al auto.

— Nosotros tendremos una larga charla contigo señorita pero será mañana que será muy noche cuando llegamos a casa.– pronunció severamente mi papá.

Y así habiéndo aceptado mi destino me tumbe y me dormí.

Un Dulce InternadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora