A lo James Bond
No podía procesar lo que veían mis ojos, eran hordas de chicas de todas las edades saliendo de sus habitaciones al mismos instante haciendo una fila moviéndose sin hacer ruido.
—Joder que no me lo van a creer mi padres.- susurré
—Cállate que como nos descubran bonito el lío en el que vamos estar metidas.- susurró Amy junto con un manazo que ni me tocó.
Es que no podía creerlo, estamos escapando en modo James Bond obviamente multiplicado... por la verdad que no sé.
—A dónde vamos que no veo nada.- dije mientras trataba de no irme de bruces al suelo por lo oscuro que estaba.
Me volvieron a callar, solo se escuchaban pequeños silbidos que supongo eran un aviso para seguir ya que paramos cada nada.
....
Llegamos a unas puertas de madera al final de una escalera con una pinta de mil años.
—¡Qué todas las nuevas se han bienvenidas!.- gritó una chica mientras abría las puertas.
—Que te parece Eliza a qué mola no?
»Como había dicho tus padres están locos por mandarte a este lugar a qué te enseñen a comportarte.- termino Amy.
Lo admito mi cara debe ser toda confusión mezclada con curiosidad.
—Mi..mierda.- tartamude.
—Me esperaba otra reacción de tu parte, generalmente las chicas saltan de alegría pero por qué tú no?- inquirió Amy
—Pues que queréis se supone que es un puto internado religioso ¡RELIGIOSO! que parte no se entiende.
Creo que me sobresalté porque mis cuerdas vocales ardían por el esfuerzo que había echo al gritarle.
Grace que había empezado a bailar se detuvo.
—Vale que en teorí....
—Mis padres se morirían si supiera que estoy aquí.- la interrumpo.
Vale había alzado mucho la voz ya que muchos me quedaban viendo con su caras de sapo, así que hice lo mejor que se hacer poner mi cara de asco a todo chica o chico, no me interesaban.
— Tía no seas mala leche.- susurró Amy.
—Sabéis que me harán mis padres si me llegan a pillar aquí, que no lo entiendo, no presumían ser hasta el extremo de estrictas.- Fruncí el ceño.
Sentía miradas pegas a mi espalda pero no voltee.
—En teoría son internados religiosos pero ya sabéis somos difíciles de domar amore.- susurraron cerca de mi nuca.
Giré rápidamente a ver quién se había atrevido hablarme.
—Y quien coño te lo ha preguntado niñato.- reproché fulminado su cara.
Tenía al frente un chico bastante alto con cabello rubio oscuro y pinta de casanova.
—Se llama amabilidad de lo que claramente careces princesa.- musito frunciendo el ceño.
—Como me vuelvas a decir uno de esos apodos ridículos te voy a.....
—Que me vas a dar dulzura.- sonrío con suficiencia.
—¡Que te den idiota!
Empujé a dos chicas con cara de bobas.
—Por qué me han dejado con ese idiota que no son mis amigas o que.–Dije enfadada apenas las encontré.
—Vale pensamos que podrías ya sabes socializar.- sonrío Grace.
—Sabes hay unas cuantas cámaras pequeñas muy bien amobladas.- dijo Amy con tono sugerente.
—Te creéis que pienso poner un dedo en algún sitio dónde haya fluidos de miles de niñatos que tuvieron sexo.
Estaba exaltada y no sabía por qué, tenía mucho calor.
—Tranquila algunos vienen para eso y otros solo a bailar, vamos que es la fiesta de bienvenida.- puso ojos de perrito Gracd.
—No, que me quiero ir a dormir en mi HABITACIÓN.- recalque
—Vamos solo un momento.- se tomaron de las manos y me ofrecieron la mano libre.
—Venga Eliza, diviértete ya mañana podrás tener esa cara de culo adelante de las monjas.- dijo con un tono de enojo falso.
—Vale, pero no se sientan mal con ustedes mismas por como bailo.- dije tomando sus manos.
.....
Estaba súper cansada, no se cuánto había pasado pero extrañaba mi cama y me escabulli de esas manos de pulpo para subir.
Fue divertido, este era el primer baile de adolescentes al que asistía pero ya estaba un poco mareada.
Vamos no tenía que ser difícil volver con todo oscuro.
Si claro con tu sentido de orientación talvez termines en China.
Que esto daba un poco de miedo, un lugar con pasillos demasiado tenebrosos.
Logré llegar a la sala principal pude encontrar la sección de mi dormitorio por los reflejos de luz que venían de afuera.
Ya quiero llegar, siento que alguien me va a jalar un pie y me va llevar, de solo pensarlo me da escalofríos.
Posan una mano en mi hombro y rápidamente ejecutó una llave de kick boxing.
—Joder que lo vas a dejar sin brazo.-dijo alguien en la oscuridad.
—Ya suéltame, me rindo.- susurraron contra el suelo.
Lo solté, no me iba a disculpar el imbécil me había asustado.
—Vaya pero si es la princesita sin modales.- se quejó
—Y el idiota no pudo ser más idiota.- lo acribille alzando la barbilla.
No me iba a dejar intimidar por su altura.
—No te vas a disculpar niñata mal educada.- soltó hosco
—Cuando me veas desnuda tal vez pero hasta mientras ni en tu sueños.
Caminé más rápido ya no podía más con el miedo por el espanto de ese idiota.
Llegué a la habitación y me tumbe en mi cama ya entendía las palabras de mi tía vaya que se divirtió aquí, sin más cerré mi ojos.
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Un Dulce Internado
Novela JuvenilEliza Hamilton será enviada por sus padres a un internado a las afueras de la ciudad para que le enseñen modales y a convivir, tendrá que conocerlo y si no le gusta volver a casa pero habrá más de una razón para querer quedarse.