Capítulo 5

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Un te extraño

Al final del día mis padres habían pospuesto nuestra conversación para cuándo llegáramos a casa, pasamos dos semanas en Malibú en una cabaña hermosa al orilla del mar hoy era mi último día aquí y en todo este tiempo había conocido a una chica muy guay.

— Ya regreso mamá.–grité

Mamá estaba en la cocina con papá preparando la cena, eran dos tortolitos muy pesados a la vista os quería mucho, en su tiempo libre pasaban haciendo actividades juntos y cocinar era una de ellas.

Salí me aleje un poco de la cabaña y desde ahí se podía observar la cocina, observaba como papá ponía atención mamá y la veía maravillado, para el las cosas que hacía mamá eran las más sorprendes por mínima que sea.

Si he deseado ser como mis padres y encontrar ese tipo de amor para mi porque si no, no quiero nada, esperaba que alguien me mirará con los ojos desbordados de amor.

....

Llegué a la playa y me senté en una roca.

— Hola querida desconocida.-gritaron en mi oreja.

Era la chica que había conocido en la calle.

Choque con ella y se le calló su malteada, yo le propuse reemplazarla pero se negó llevándome con ella al sitio de malteadas, comprandome una y caminamos juntas mientras charlamos gracias a eso nos hicimos amigas o algo así.

— Hola chica fresa.-dije burlesca

— Eh no me discrimines por mi sabor favorito.-dijo indignada.

— Pero si es con amor Grace.- dije sonriente.

— Asi que es tu última noche aquí no?.-inquirió con nostalgia

Odiaba las despedidas y aquí venía una.

— Si mis padres tienen negocios que cerrar y bueno yo tengo que prepararme para el insti.-dije con un tinte de tristeza en mi voz.

— Ni me recuerdes que tengo preparar muchas maletas.- hizo un mojin.

— Para...

No acabe de hablar porque puso su mano en mi boca.

— Calla, mirá el atardecer.-dijo melancólica.

Esa era mi intención al llegar ver el atardecer con mis padres y lo hice pero creo que nunca me cansaré de verlo aunque ahora lo hice con una amiga que me abrazaba por los hombros.

— Es precioso -dije al final.

— Lo es por eso les ruego a mis padres venir aquí aunque ya esté hastiados.

»Creéis que nos encontremos algún día.- inquirió con curiosidad.

La verdad estamos muy lejos una de la otra.

— No lo sé tal vez, la vida es caprichosa.-dije volteando a ver su cara.

— Eres a la primera persona que le voy a decir esto y como lo digas lo niego...Te voy extrañar Eliza, fue un gusto conocer.-dijo con los ojos cristalizados.

Nadie me había dicho eso a parte de mis padres no se cómo reaccionar.

— Yo también Grace.-dije al final.

Un Dulce InternadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora