22. Un recuerdo más

274 44 2
                                    

TN

- ¡Ya lo sé todo! - grité en cuanto entré a mi habitación, dónde Diego y Klaus me esperaban impacientes -. Sé porqué hizo todo esto.

Diego se puso de pie en cuanto me escuchó y llegó hasta mi. Klaus copió la acción y ambos me miraron aterrados por como tenía mi uniforme y la forma tan rápida con la que respiraba.

- ¿Qué pasó allá abajo? - Klaus fue el primero en preguntar.

- Pelearon, ¿cierto? - Diego agregó -. ¿Lo hicieron?

Me quedé en shock por unos momentos en los que no supe que decir, solo me mantuve quieta, sin hablar y con mi vista en ellos dos sin prestarles atención. Mi conciencia se había desconectado del mundo y viajo a otro lugar, porque dejé de prestarle atención a sus palabras.

Entonces cerré los ojos y sentí mi cabeza inflarse, cómo si estuviera a punto de estallar, al final nomás me dejé caer y lo último que sentí antes de perder la conciencia, fue como los brazos de Diego me tomaron para no chocar contra el suelo.

Abrí los ojos lentamente y mi vista fue borrosa al principio, no sabía dónde estaba, pero sabía perfectamente que no era en mi habitación, escaneé mejor el área y por fin caí en cuenta que estaba en el segundo piso de la academia, ahí donde estaban todos los cuadros.

Estaba sentada en el sillón al final del pasillo, dónde un cuadro sobre dos manos estaban a punto de tocarse, pero no lo hacían, cómo si algo se los impidiera.

- Al fin despiertas - su voz fue suave, linda e hizo a mis ojos buscar al dueño de la voz.

A tan solo unos centímetros Cinco estaba sentado a lado de mi, tenía una sonrisa pequeña cuando conecté mis ojos con los suyos y sus manos las extendió hacia mi cuerpo hechas puño, con los nudillos hacia arriba.

- ¿Qué hago aquí? - pregunté sin entender una mierda.

- No agas mucho ruido, no podemos estar despiertos a esta hora y alguien podría oírte - me advirtió divertido aún con sus manos cerca de mi cuerpo.

- Si Dalia nos ve, estare.... - quise hablar pero Cinco me interrumpió.

- ¿Quien es Dalia? Estás alucinando, Ocho - escucharlo decirme por mi verdadero número hizo que no prestara mucha atención a su pregunta.

Salí de mi estupor por fin y arrugué las cejas.

- Dalia, tu novia - dije desconcertada.

- Tus celos hacen que inventes a personas, yo no conozco a ninguna chica llamada Dalia - soltó con una pequeña risa escondida en sus palabras -. Y si lo hiciera, ten por seguro que no sería mi novia, porque a la que realmente amo está aquí conmigo, y es a la única chica que querré siempre.

Sus palabras me hicieron sentirme aún más confundida.

- Mira lo que te tengo - habló, cambiando de tema.

Entonces mi vista viajó hasta sus manos, las abrió lentamente y me dejó observar dos brazalete con un corazón como dije. Cinco tomó uno y me lo tendió.

- Este es tuyo.

Lo tomé confundida y miré con mayor atención el corazón, era dorado y cuando lo giré para mirar la parte trasera algo llamó mi atención.

«Cinco y Tn por siempre»

- Siempre estaremos juntos - musitó y cuando lo observé, estaba colocándose el brazalete.

Sus ojos desbordaban cariño, no había rastro aquel de esa mirada de odio de hace unos días, su sonrisa y sus pupilas tan dilatadas fueron lo que me hicieron caer y me dejé llevar, ya no haría preguntas, solo disfrutaría el momento mientras durase.

Memories Donde viven las historias. Descúbrelo ahora