Epílogo

338 41 11
                                    

Años después

"Memories"

TN Hargreeves

Habían pasado ya 5 años desde aquel enfrentamiento con Dalia, pues después de todo aquella chica sobrevivió y después de tiempo logramos que dijera toda la verdad gracias a los rumores de Allison.

Todo había vuelto a la normalidad, la academia era como antes y mi vida había vuelto, pues ya no me sentía en un entorno extraño porque ya estaba en casa.

Cuando cumplimos 19 años la academia poco a poco se fue desintegrando, Allison y Luther fueron los primeros en irse de ahí, rentaron un departamento cercas del centro de la ciudad y vivieron ahí por un tiempo antes de decir irse a una casa a las afueras donde crearían una familia, pues pocos años después se enteraron que Allison estaba embarazada.

Y ahora soy tía de una gran niña pequeña, llamada Claire.

Diego y Klaus hicieron oficial su relación, la verdad desde niños yo sabía que ambos iban a terminar juntos, pues tu boca puede mentir pero tus ojos te delatarán, y la mirada de ambos siempre se iluminaba al tenerse cerca. Lo sé perfectamente porque es la misma forma en la que yo miro a Cinco.

Ben fue el que más tiempo se quedó en la academia, pues al no querer irse con Diego y Klaus para evitar ser mal tercio, decidió quedarse en la casa con mamá y pogo.

Vanya dejó la academia poco antes que Ben, rentó un departamento cerca de la academia donde da clases privadas de violín a niños y adultos.

Pero se preguntarán ¿qué pasó con Cinco y yo?

Pues después de todo lo sucedido no fue difícil volver a esa relación que muchos años nos costó construir, pues ambos jamás dejamos de amarnos y cuando encontramos el momento para volver a estar juntos tomamos la oportunidad sin miedo, pues nos tenemos el uno al otro, y justo así era perfecto.

Dejamos la academia a los 19 años poco después de Luther y Allison, dónde lo primero que hicimos fue buscar un lugar donde vivir. Meses después nos dedicamos a viajar por el mundo sin tener un destino.

Y justo ahora nos encontramos en Central Park, con nuestras espaldas recostadas en el verdoso pasto y mirando la noche oscura con una gran sonrisa en el rostro.

Tomé con desición la mano de Cinco y giré mi cuello para poder apreciar su perfil.

- ¿Sabes que día es hoy? - pregunté.

- 13 de septiembre - respondió con el entrecejo fruncido.

- ¿No lo recuerdas? - cuestioné divertida y giré mi cuerpo, dejando caer mi peso sobre mi hombro -. Un día como hoy hace 8 años me pediste iluminar mi noche oscura. Aún que ese día debí ser yo la que lo pidiera.

- ¿8 años? Que rápido pasa el tiempo - soltó sorprendido y giró su cuerpo copiando mi postura -. 8 años junto a ti como algo más que un amigo.

- Solo quita dos que no estuvimos juntos - me encogí de hombros.

- Pero no porque quisiéramos - aclaró -. Ahora estoy seguro que nada ni nadie me podrá alejar de ti, no otra vez, primero muerto a tenerte lejos una segunda vez.

- Nadie te podrá alejar de mi, porque siempre buscaré la forma de volver a tenerte.

- Fueron capaces de borrarte de mi mente, pero jamás lo harán de mi corazón - se incorporó y tomó asiento en el pasto, yo siguiendo su acción.

- Siempre estarás en mis recuerdos, pequeño Cinco - musité y mis ojos se llenaron de lágrimas.

- Eres demasiado sentimental, Ocho - se burló.

- Recordaba ese día. Creía que el poder de Dalia había hecho efecto permanente en ti - dije con voz cortada -. Y tenía miedo de que jamás volvieras a recordarme. Creí que te perdería.

- Oh, cariño - llevó su mano a mi mejilla y la acarició con ternura -. Ni siquiera un poder hará que tú no estés en mis recuerdos, porque el corazón nunca olvida el lugar donde dejó sus mejores latidos.

Sollocé y con su pulgar limpió la lágrima que rodaba por mi mejilla.

- Te amaré hasta que mi mente falle, y si algún día lo hace, mi corazón te recordará por ella - susurró con dulzura.

- Te tengo un regalo - me alejé un poco y extraje de mi bolsillo una pequeña caja.

- Acepto - aclaró antes de que pudiera hablar.

- ¿Qué dices? No te pediré matrimonio - reí -. Por nuestro aniversario te traje un detalle.

- Creí que por fin te animarias a casarte - dijo decaído.

- Aún no, Cinco. Todavía tenemos muchos años - declaré y abrí la caja para que pudiera apreciar su contenido.

Era el brazalete que Cinco hace 8 años me había regalado una noche estrellada a escondidas de papá en nuestro lugar especial frente a nuestra pintura favorita.

- Sé que Dalia deshizo el tuyo mientras estaba en la academia, por eso fuí a una joyería y les pedí que partieran el corazón - expliqué y saqué de la caja los dos collares -. Ahora tu tendrás mi nombre y yo el tuyo - sonreí y le ofrecí su collar -. Y si los juntas, crea la palabra....

Cinco juntó su parte del corazón con el mío y formamos el corazón completo.

- "TN y Cinco por siempre" - murmuró con una sonrisa en los labios.

- Me costó mucho tiempo dártelo, pero quería que quedara perfecto y que no lo estro....

- Me encantó - cortó mis palabras con un fuerte abrazo -. Te amo, Ocho.

- Te amo, Cinco.

Nos separamos y nuestras caras estaban tan cerca que no pude evitar mirar sus labios.

Y sin pensarlo dos veces descendí.

Junté mis labios con los suyos y pocos segundos después ambos creamos un ritmo que era fascinante para los dos.

Había extrañado tanto besarlo que lo primero que hice cuando liberé a la academia fue fundirme en sus labios hasta acerlos míos.

Nos separamos por falta de aire y sonreí contra su boca. Abrí mis ojos segundos después y me sorprendió la intensidad que tenían sus orbes mientras me miraban.

- Siempre estarás en mis recuerdos, cariño - hablé firme y me relamí el labio inferior.

- Hasta que mi mente deje de recordarte - agregó con seguridad y volvió a descender con decisión hacia mis labios.

Y por fin mi mente pudo estar bien, porque después de mucho tiempo lo tenía a él.

Entre mis recuerdos, siendo dueño de cada uno.

«FIN»

¿Cómo les pareció?

Con amor, Esme

Memories Donde viven las historias. Descúbrelo ahora