Lazos ~-~{Jacob Black}

CAPÍTULO 13

Bella volvió a casa después de tres días ganándose un castigo de papa y yo no sabía que pasaba con mi mente.

En eso tres días no vi a Jacob y estaba sin fuerzas. Billy me llamó para ver cómo estaba resultando extraño puesto que era muy insistente. Y al tercer día sentí que no tenía hambre al despertarme. Pero ahora vamos por la semana y me siento mal.

Cogí mi móvil llame a Jacob.

—Ayla?—se escuchó a través de la línea.

—Jacob—lo saludé .

—¿Estas bien?—su tono era de preocupación extrema.

—¿Qué me pasa? Por que estoy cansada y...—suspiré.

—Voy.

Con esas colgó. A los minutos sentí algo mejor. Escuché el timbre y unos segundos más tarde Jacob entró en mi habitación.

Yo estaba acostada en la cama tapada puesto que tenía frío. Jacob me miró preocupado.

—Lo siento—agaché la mirada , sentí como se hundía el colchón y lo miré porque no decía nada.

Me fijé mejor y vi que el tampoco tenía buena cara...Este se sentó a mi lado

—Soy yo el que debe disculparse Ayla—sonreí e inconscientemente mi mano fue a su mejilla acariciando la misma.

Este cerró los ojos y agarró mi mano.

Sentí su calidez , eso es lo que necesitaba.

—Estas helada...—dijo y él solo sin decir yo nada se metió en mi cama y me abracé a él.

Sentí como mi cuerpo recuperaba el calor.

—¿Qué me sucede Jacob...?—cerré los ojos.

Este me hizo mirarlo a los ojos.

—Hay algo que se llama imprimación—empezó a explicarme—sucede cuando, por así decirlo , un hombre lobo encuentra a su alma gemela.

Asentí comprendiendo esa parte.

—Cuando un lobo se imprima , la persona de la se ha imprimado se le llama impronta. Con la impronta se hace un lazo tan fuerte que no pueden separarse por más que quieran es el destino...

—¿Qué se siente?—pregunté susurrando mientras me acurrucaba a su lado sintiéndome mucho mejor.

—Cuando la ves...todo cambia de repente, ya no es la tierra lo que te sostiene si no ella...y nada más importa—lo miré al igual que el a mi—harías lo que fuera, serías cualquier cosa, un amigo, un novio, un hermano....un protector solamente para mantenerla feliz—suspiró—lo que más te interesa es que sea feliz y que esté protegida de cualquier cosa...

Lo miré a los ojos viendo como brillaban.

—¿Tú has sentido eso?—este asintió sonriendo.

—Por ti—me sorprendió lo que dijo.

Me incorporé y este estaba esperando a que reaccionara.

—Soy tu impronta...—dije sorprendida por aquella confesión.

Este asintió suspirando.

—Por lo que...—agarré su mano nerviosa jugando con sus dedos—¿No me encontraba bien porque te habías alejado?

Este asintió haciendo una mueca.

—Ayla...—se apoyó en respaldo de la cama—te necesito.

Me miró a los ojos. Yo me mordí el labio.