Nick Patrick es un chico tímido y poco social, aunque cree que es imposible que alguien se fije en su persona un día inesperado llega un mensaje anónimo declarando los sentimientos de alguien de identidad desconocida.
Intentado descubrir quién está...
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"El amor ciega"... De alguna u otra manera comienzo a estar de acuerdo con aquella frase, pues estando enamorado he hecho muchas tonterías sin medir las consecuencias.
Dejo de besar a Hanna y miro en dirección en donde estaba Nick hace un momento, digo "estaba" porque se ha marchado ya. Tomo a la rubia de los brazos y de manera delicada la separo de mi cuerpo.
— Gracias por ayudarme está vez. —Sin cuidado saco de mi cartera todo el dinero que llevo y se lo entrego— Toma, tu paga.
— ¿Bromeas? Te hubiera besado gratis y eso lo sabes, pero, ya que insistes en darme este dinero lo tomaré.
— Lo mereces. Lo hiciste bien.
— De acuerdo. ¿Y a quien querías asustar está vez? No me digas que Sarah sigue molestándote.
Niego rápidamente con la cabeza y vuelvo a mirar hacia la salida de la cancha, con la esperanza de que Nick aparezca, algo que sé que no sucederá.
— Nadie solo... Una persona con la que me he equivocado.
— Entiendo, no tendré problemas con esto ¿cierto?
— Claro que no, esa persona es tranquila. —Respondo seguro.
— ¿De verdad? Te creeré. Por cierto, pésima la seña que haz hecho para que venga a hacer lo que hice, casi y no capto. —Ella suelta una dulce carcajada y yo sonrío sin ánimos.
— Bryan. ¿Qué mierda crees que haces? —Escucho a Jake hablar y me giro hacia él.
— Jake... ¿Lo viste? —Pregunto asustado pero más que eso lleno de sorpresa, en mi plan no estaba decepcionar a Jake de esta manera.
— ¿Qué si lo ví? Todos en este lugar lo vimos.
— No me digas que Jake es a quien...
— No Hanna, no es él. —Hanna aprieta sus labios y asiente a lo que he dicho, un poco más relajada.
— ¿Y entonces? —Vuelve a hablar Jake— ¿Qué sucede contigo? Dijiste que lo amabas, dijiste que estabas dispuesto a hacer cualquier cosa por su felicidad.
Bajo la mirada y me veo a mi mismo dentro de mis recuerdos diciendo todo aquello. Aquellas palabras y promesas saliendo de mi boca, promesas que no podré cumplir.
— Lo siento. Me he dado cuenta que estaba equivocado, ahora Hanna es quien me gusta... —Hago de nuevo una seña a Hanna y ella se acerca a mí y me toma el brazo que le queda más cerca.
