Nick Patrick es un chico tímido y poco social, aunque cree que es imposible que alguien se fije en su persona un día inesperado llega un mensaje anónimo declarando los sentimientos de alguien de identidad desconocida.
Intentado descubrir quién está...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Una vez que decides continuar y dejar de aferrarte a las personas del pasado el dolor comienza a ser menos intenso. Al inicio es sumamente difícil y quema como el infierno, pero a menudo que avanza el tiempo y te mantienes firme ante esa decisión lo logras. Y quizá no olvidas del todo, no logras superarlo pero... Al menos logras sobrellevarlo y vivir acompañado de su ausencia y el dolor que ha dejado.
Aceptar que Bryan no regresaría y que nuestra historia había concluido me costó en demasía, aunque no he podido sacarlo por completo de mi corazón, he dejado de llorar cuando su recuerdo regresa y ahora en su lugar sonrío agradecido. Porque me enseñó a amar, me enseñó a ser leal y más que nada a no dejarme llevar tan fácilmente.
Idealizar a una persona puede conducirte a la locura, mírame a mí, que espere demasiado tiempo a alguien que ya no regresaría. Manteniendo una idea de él que yo mismo le coloqué, poniendo en su persona todo lo que quería encontrar en mi futuro compañero, idealizando y comparando nuestra historia con fantasías.
— ¿Listo? —Martha me mira, en sus ojos puedo notar orgullo y felicidad.
— Listo. —Respondo y acomodo el cuello de mi abrigo.
— Entonces, adelante. ¡Tú puedes!
Asiento y voy tras el escenario, que aunque no es muy alto lo miro enorme. Nervioso tomo un respiro y espero a que la entrevistadora pronuncie mi nombre.
— Y bien... Él está aquí, a quien hemos esperado pacientemente... Quién nos hizo creer y a la vez sentir desilusión. Quién nos enseñó a confiar y a no confiar, más que nada, quién nos enseñó a contar estrellas. ¡Él es Nick Patrick Huxley!
La pequeña multitud comienza a gritar y aplaudir y torpemente hago una entrada poco profesional pues en el último escalón me tambaleo un poco. Disimulo y saludo avergonzado.
— Silencio, silencio, silencio... —Dice la señorita al micrófono en un tono juguetón y amable, me recuerda a ese hombre que conduce el programa en Los juegos del hambre y entrevista a los participantes— ¡Patrick! Un placer para todos tenerte aquí.
— Gracias, el placer es mío. —Respondo.
— ¡Uyy! Eres muy joven. Y guapo también. Dinos, ¿qué se siente ser tan joven, guapo y excelente escritor?
— Gracias, me siento halagado. —Rio y el público lo hace conmigo— Supongo que bien, debo admitir que nunca me pasó por la cabeza que podría ser invitado a una entrevista junto a otros excelentes escritores.
— ¿A no?¿Por qué?
— Realmente, no lo sé. El contador de estrellas, es mi primer libro y jamás creí que llegaría a tanto.
— ¿Pero por qué? Si es maravilloso...
— Es que, no me sentía del todo seguro que les agradaría. Especialmente el final.
