[29] 𝐃𝐞𝐬𝐩𝐞𝐝𝐢𝐝𝐚

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Mis manos descansan alrededor de la taza de café sobre la mesa

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Mis manos descansan alrededor de la taza de café sobre la mesa. Bryan me mira fijamente mientras bebe de su bebida, la cual no tengo idea de que sea.

— ¿C-cómo estás? —Me atrevo a preguntar nervioso, sin mirarlo a los ojos.

— Bien. ¿Tú como estás?

— ¿Por qué te fuiste? —Ignoro su pregunta y ataco con otra.

— ¿Cómo te ha ido? —Él ignora la mía.

— ¿Por qué te fuiste? —Repito.

— ¿Cómo están ellos?

— ¿Ellos? —Respondo a una de sus preguntas al fin— ¿Ellos quien?¿Tu primo Leo, tu enemigo Jeffrey o tu mejor amigo Jake el cual dejaste como un idiota sin pensarlo?

— Sabes a...

— ¿O hablas de Sarah? Tu ex, a la cual desechas te como basura.

— Nick basta... Si acepté hablar contigo no fue para terminar discutiendo.

— Ellos están bien, todos estamos bien... No debes preocuparte pues nuestro mundo va genial. Jake y Sarah son inseparables, incluso se han mudado juntos. Leo y Jeffrey siguen saliendo, Demián y Maik, ¿los recuerdas verdad?, Bueno ellos siguen juntos, han aceptado que ambos se gustan y ahora son novios oficialmente. Todos somos grandes amigos, ¿puedes creerlo? Salimos juntos todos los fines... Son increíbles.

— Me da gusto, ¿y que hay de ti?

— ¿De mí?

— Sí. ¿Cómo estás tú?

Fuera de que me la he pasado llorando tu partida desde aquel día, todo bien.

— Bien, aunque por mis noches ya no hay luna. —Digo lo último sin pensarlo y él sonríe.

Saca un bolígrafo de su bolsillo que lleva con él por una razón que desconozco y toma una servilleta de la mesa, sin responder comienza a dibujar sobre ella.

— ¿Qué haces? —Pregunto e intento mirar lo que sea que escribe, pero cubre la servilleta con su mano libre.

— Listo. Toma. —Me entrega la servilleta y sobre ella alcanzo a visualizar perfectamente una luna.

— ¿Para qué me servirá esto?

— ¿Te gusta? He estado practicando mucho. Estudio arte, ¿y tú?

— Ingeniería audiovisual. Pero, ¿por qué una luna?

Hago aquella pregunta con la esperanza que responda con alguna poesía o que me diga que no me ha olvidado, que me ama y que seguirá siendo eso, mi luna.

— Bueno, dices que tus noches no tienen luna, ahora tendrás una luna incluso durante tus días.

Repaso con la yema de mis dedos el trazo de aquella figurita y sonrío como hace mucho que no lo hacía.

CONTANDO ESTRELLASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora