Capítulo 10. En casa.

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El viaje se hizo largo y penoso. Estábamos cansados, sucios tras un fin de semana tan ajetreado y asustados por lo que pudiese pasar al llegar a casa. Además, la herida de Michael no paraba de sangrar y tuvimos que hacer varias paradas que no teníamos previstas. Sin embargo, conseguimos regresar sanos y salvos después de todo.
Llegamos todos juntos hasta la plaza del pueblo. Allí, apilamos nuestras manos como hacían los del equipo de baloncesto, y prometimos guardar el secreto de lo sucedido en el bosque de Ozark.
Aquella excursión fracturó el grupo para siempre. Helen, aquella chica juguetona y dicharachera, ya no volvió a juntarse más con nosotras, aunque también sirvió para que Anthony y Michael se convirtiesen en inseparables, al igual que Peter y Josh. Yo me uní mucho más a Anne, aunque nunca conseguí la complicidad que tenía con Helen.
Un par de semanas después, al regresar del instituto, encontré a mi padre sentado en el porche leyendo el Arkansas Democrat Gazzet como solía hacer todos los días. Un titular se me quedó grabado en la retina:
"Dos turistas holandesas encuentran el cadáver de un soldado confederado en el lago Cove".

El extraño caso del hombre ahogado en el lago Donde viven las historias. Descúbrelo ahora