Capítulo 1

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Dedicatoria

Para aquellos que no ven palabras sino mundos, para aquellos que no se conforman con la realidad y buscan nuevas aventuras, para todos esos lectores que tienen la capacidad de convertir lo común en magia y de alejarse de un mundo ruidoso para sumergirse en un océano de imaginación.

Para todos aquellos que ven más allá, y que tienen la capacidad de distanciarse de sus vidas y tomar posesión de aquellas que ansían que alguien les de forma.

Este libro es para todos esos soñadores ocultos

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Capítulo 1:

Mientras la fila avanzaba Dahlia se ponía cada vez más nerviosa, llevaba tiempo pensando en esas pruebas y su familia no paraba de advertirle sobre el examen para entrar en Elacorn. Todas las generaciones de su familia habían ido a ese colegio y ahora le tocaba a ella, tenía que demostrarles su destreza como Valyos.

Aunque nunca le habían presionado, ella sabía que lo único que sus padres esperaban era que tuviera la misma vida que ellos.

Sus padres eran personas con bastante carácter, siempre habían trabajado duro para ganarse un buen puesto en el hospital de San Clemente. Dahlia les admiraba y aunque pasaran la mayor parte del tiempo con los pacientes, siempre encontraban algún momento para sus dos hijas.

Aunque desde pequeña había vivido en buenas condiciones, no eran considerados una familia adinerada, pero tampoco se podía decir que tenían escasos recursos.

De repente, algo la sacó de sus pensamientos, su amiga de la infancia estaba enfrente suya intentando captar su atención.

—¡Dahlia! ¿Me estabas escuchando? — dijo Melvina mientras seguía con su conversación — bueno, como te decía. Mi familia no para de repetirme lo orgullosa que estará cuando obtenga mi cualidad, supongo que podré respirar bajo el agua, es lo que tiene toda mi familia.

Lo más común era heredar las cualidades de tu familia, por ello, la mayoría sabía más o menos qué poder iban a tener. Sin embargo, a pesar de esto, el examen se celebraba todos los años con normalidad y participaban todos aquellos que tuvieran dieciséis años. El objetivo de esta prueba consistía en descubrir y activar la habilidad de todo aquel que se presentara de forma segura y controlada.

— Mis padres siempre me están diciendo que tengo que ser la cara perfecta de mi familia... — seguía hablando Melvina sin parar.

Melvina Davies había sido su amiga desde que Dahlia tenía memoria, sus familias eran amigas y siempre querían que estas jugaran e hicieran todo juntas. Melvina era muy querida y mimada por su familia debido a que era hija única. Dahlia consideraba que a veces su amiga no mostraba ser educada ni respetuosa con los demás, como su familia le había enseñado que se comportara. Dahlia era su única amiga y debía aceptar sus defectos, por muy desagradable que a veces esta se mostrara con las personas. En cambio, Dahlia siempre había estado eclipsada por su hermana mayor, Iris, muchos decían que esta era la más guapa de las dos y eso de algún modo le dolía a Dahlia. Desde pequeña supo bien cómo cuidar las formas y mostrarse correcta, gracias al ejemplo de su hermana.

— Yo me tendré que conformar con curar a los demás, creo que ingresaré al hospital cuando salga del colegio, me gustaría poder ser enfermera como mi madre.

Dahlia siempre pensaba en lo que le gustaría trabajar si no tuviera el mismo poder que sus padres, nunca se había quejado de que en un futuro pudiera curar a los demás, ya que podría salvar muchas vidas, pero al ver que otras personas poseían cualidades más increíbles, la envidia se apoderaba de ella. Aún así, jamás lo decía en público por no hacer sentir a sus padres culpables.

El resurgir de las sombras (A.L.P) #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora