Capítulo 6

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Esa misma tarde, empezó a hojear el libro intentando encontrar el mismo idioma utilizado en el mapa. Mientras examinaba, el sonido de la puerta la sacó de su investigación y la voz de Becca preguntó si podía entrar. Rápidamente oculto todo lo que tenía sobre el escritorio en un montón de papeles para después abrirle la puerta. Entró a paso ligero y con una inmensa sonrisa.

—¡Dahlia! Es nuestro momento... ¿Qué es eso? — Dijo señalando todo el desorden que tenía sobre la mesa.

—Muchos papeles y algunos libros de la biblioteca, no es nada importante, ¿qué querías decirme? — respondió ocultando el escritorio con su persona.

—Varios cursos de Elacorn se han ido de excursión entonces se me ha ocurrido que podemos ir a ver a Bonnie, la última vez que os visteis fue un desastre...pase mucho miedo...llegué a pensar que no saldría de ese lago...

—Pero no querrás pasar otra vez por ese camino, ¿no?

—Como se han ido de excursión podemos ir por el puente principal con algo de suerte no habrá nadie.

—Eso no me tranquiliza nada...

—Venga Dahlia, verás que será divertido.

—¿Por qué no viene Bonnie aquí?

—Es propiedad de Elacorn, si lo pillan en zona de Dragston sería ejecutado o algo parecido.

Dahlia miró a su amiga con algo de desconfianza, trató de pensar en alguna excusa para que no se metieran otra vez en un lío, pero no se le ocurría nada y la mirada persuasiva de Becca no le facilitaba en absoluto la decisión.

—Vale, iré...pero deja de mirarme con esa cara.

Becca saltó de alegría, mientras tanto Dahlia aprovechó que estaba distraída para guardar el libro debajo de su almohada y así evitar que alguien lo descubriera. Después se puso un abrigo y ambas salieron de Dragston intentando que nadie las viera.

El puente era muy ancho y ni la arquitectura ni el material destacaban tanto como sus colores. Una mitad del puente que daba hacia Elacorn estaba pintada de blanco mientras que la otra mitad era negra y correspondía a Dragston.

Una vez habían comprobado que no había nadie en el puente, ambas corrieron tanto como pudieron y cuando llegaron al otro lado fueron hacia una zona de árboles para esconderse de los alumnos de Elacorn que paseaban y charlaban entre ellos por los espacios ajardinados.

Cuando llegaron a la orilla del lago, Becca tocó el agua con el dedo y de un momento a otro el hipocampo saltó como un delfín. Dahlia retrocedió un poco, en cambio, Becca fue a acariciarlo con cariño.

—¡Bonnie! Que alegría verte — comentó su amiga feliz por ver a la criatura.

El animal empezó a nadar cerca de ellas, mostrando todos los trucos que sabía hacer. Dahlia se sorprendió de lo que estaba viendo, era todo un espectáculo.

—Ven Dahlia, no tengas miedo — Becca le animó a acercarse un poco más.

— No suelo caerles bien a las criaturas...ya viste con el Jawak — Dahlia se rió para ella misma recordando cuando estuvo a punto de perder un dedo.

— Los hipocampos son mucho más familiares que los Jawaks, venga, acércate no te va a hacer nada — comentó su amiga cogiéndole de la mano.

—Creo que tengo un déjà vu...

Dahlia se fue aproximando lentamente y cuando ya estaba lo suficientemente cerca, el hipocampo empezó a relinchar. Movió la mano para acariciarle el hocico, pero algo molestó a la criatura, haciendo que se sumergiera en el agua de nuevo.

El resurgir de las sombras (A.L.P) #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora