Para Dahlia la semana se le había pasado realmente rápida. Aún no había logrado descifrar el mapa, en el libro había más de mil lenguas y tenía que ir una por una viendo cual era la del trozo de papel viejo. Además, no le podía dedicar mucho tiempo ya que tenía que ir a clases y practicar para los juegos.
Ya era lunes y sería el turno de los de primer año, todos los cursos los animaban y vitoreaban, gente de cursos superiores que no conocían, les daban palmadas en la espalda y abrazos para motivarlos.
Dahlia y Becca paseaban por los pasillos cuando un eco retumbó por los pasillos.
—¡Los juegos empezaran al mediodía! — anunció una voz aguda con emoción — ¡Prepárense todos los de primer año!
Dragston estaba decorado con banderas y folletos por todas partes anunciando los juegos, había hasta alumnos que jugaban para apostar quién podría ganar la primera prueba. También estaban montados a las afueras, puestos de comida e insignias para los estudiantes.
Muchos de los alumnos se amontonaban en los puestos para comprar dulces y así poder acompañar el espectáculo.
Dahlia no se pudo resistir y compró una caja de dulces que daban habilidades especiales y temporales. Todo dependía del pastelito que comías, algunos te daban poderes comunes y otros que eran más extraños de encontrar, podían ser poderes algo más poderosos, pero tan solo duraban unos minutos hasta que perdían su efecto.
A Dahlia le tocó la visión rayos x, podía ver el interior de cada persona y al ver a todos sus compañeros, incluso a Becca, como esqueletos andantes miró al suelo hasta que los efectos se hubieran pasado y cuando los abrió de nuevo se sintió aliviada.
A continuación, tocó el turno de Becca, quien probó una de las delicias y tan rápido como la tragó esta empezó a flotar. Dahlia sin pensarlo dos veces tiró la caja de dulces al suelo y la agarró del pie.
—¡No me sueltes!— chilló Becca intentando buscar algo a lo que agarrarse.
—Te tengo — le dijo intentando bajar a su amiga.
Los pies de Dahlia empezaron a flotar, sin poder evitarlo Dahlia cerró los ojos con fuerza debido a que le atemorizaba estar a unos cuantos metros de altura.
— ¡Becca que nos vamos volando!
Los demás alumnos veían aquello como un espectáculo y simplemente se paraban para aplaudir, mientras Becca chillaba.
Dahlia miró hacia abajo y escuchó cómo varias personas se reían de la situación, no se sorprendió cuando vio que eran Edric y sus amigos, decidió ignorarlos y centrarse en su amiga.
Afortunadamente, los efectos del pastelito llegaron a su fin y ambas cayeron una encima de otra en el césped.
— ¿Qué era eso, poderes o maldiciones? — preguntó riendo Becca quien estaba encima de Dahlia.
Becca dejó que Dahlia respirara. Después se arrastró hacia la caja de dulces y Dahlia leyó con detenimiento.
— "Los desafortunados encontrarán sus peores pesadillas mientras que los afortunados hallaran lo excepcional" — leyó Dahlia modulando la voz para hacerla más tétrica — Becca, siento informarte que no tenemos suerte, no lo digo yo...lo dice la caja.
Dicho eso, comenzaron a reír a carcajadas, risa que perduró hasta que se levantaron del suelo. Después de limpiarse un poco el uniforme una a la otra fueron a prepararse para los juegos.
Cuando entraron en el vestuario, pudieron ver la magnitud de los nervios que algunos de sus compañeros tenían. Había quienes estaban temblando mientras otros los intentaban tranquilizar, había quienes comían y bebían agua con abundancia y otros se quedaban pensativos. El ambiente pudo haber sido peor si no fuera por la llegada de Richard quien abrió las puertas del vestuario y tras ver el panorama, decidió animar a todo el curso.
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El resurgir de las sombras (A.L.P) #1
Fantasy"Una mezcla entre, Stirmuss y Valyos, sería imposible...o eso creían todos" Dahlia, una chica de dieciséis años, proviene de una familia de Valyos y como cada año tienen lugar las pruebas para entrar a las escuelas más prestigiosas: Dragston y Elaco...