O N E S H O T S | Joseph Quinn & Eddie Munson

Dilf ~ Joseph Quinn ⚠️

Amelie me había invitado a la casa de su padre, pues sus padres estaban divorciados y hoy le tocaba estar con él, el Señor Quinn.

El Sr Quinn, o Joseph como realmente se llamaba, siempre había sido un ejemplo a seguir para mí. Papá se marchó de casa cuando tan solo tenía unos ocho años y tan solo tuve a Joseph como figura paternal, pues Amelie y yo éramos mejores amigas de la infancia y él era el único hombre el cual tenía cerca.

Joseph y yo nos llevábamos bastante bien, se podría decir que yo tenía un pequeño amor platónico en él, pero obviamente eso no pasaba de ahí.

-¿Y entonces por qué quieres que te acompañe, Amelie?-Le pregunté, no entendía su insistencia, además de que hoy quería quedarme en mi casa tan tranquila viendo alguna serie aleatoria que Netflix me recomendara.

-Es que van a venir los amigos de mi padre a casa y no quiero estar sola, así que papá me ha dicho que puedo invitarte.

-No sé...

-¡Por favor, por favor, por favor!

-Está bien.

Al final me logró convencer, supongo que no estaría tan mal, al fin y al cabo estaría con mi mejor amiga pasando la noche.

-A las ocho vienes.

-De acuerdo.

-¡Trae pijama!-Me recordó mientras se iba corriendo a su bici, ya habíamos acabado el colegio.

-¡Lo sé!-Chillé para que me escuchara.

Me fui en mi moto hasta a mi casa y comí tranquilamente con mi madre. Le expliqué a mamá que hoy me quedaría a dormir en casa de los Quinn, cosa que a ella le pareció bien porque debía hacer horas extras esta noche en el club y no vendría hasta muy tarde.

Después de comer me fui a trabajar al bar donde trabajaba, mi madre no podía cubrir todos los gastos, así que yo tenía que ayudar, no tenía ningún problema con ello.

Cumplí mi horario y me dirigí con mi moto a casa de Amelie. Me bajé de mi transporte de doble rueda y toqué la puerta de aquella tan conocida casa para mí.

-Anita, cuánto tiempo.-Me abrió la puerta Joseph.

Él vestía como siempre, con su camisa entre abierta, la parte superior de su pecho sin esconder dejando ver su brillante cadena, sus típicos pantalones...

-Sr Quinn, hola.-Nos abrazamos en forma de saludo.

-Sabes que tienes que dejar de llamarme así, para ti soy Joe.-Me dijo con una sonrisa.

-Perdón, la costumbre.

-No te disculpes, Anita, vamos, entra, hace frío.

Hice lo que él dijo y entré a la casa. Joseph me guió hasta donde estaban todos sus amigos y mi amiga sentados.

-¡Ana!-Mi amiga se levantó para abrazarme.

-Hola, guapa.-Le di un beso en la cabeza como siempre solía hacer.

Saludé a todos los hombres presentes y Joseph me presentó a ellos

-Chicos esta es la gran Ana Díaz de la que Amelie tanto habla siempre.-Reímos todos.
-Es hija de Dolores Vega, la del club.-Todos conocían a mi madre, así que emitieron un "Ahh" en unísono.
-¿Tu madre está en el club hoy?-Me preguntó amablemente.

-Sí, ya sabes, horas extras.-Sonreí leve.

-Soy Jamie, encantado.-Se presentó el amigo rubio.