El Fin Del Mundo ~ Eddie Munson

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La noche más importante del año para unos, la noche más irrelevante para otros; La noche del baile.

____ ya estaba en el baile con aquel precioso vestido que había ordenado con antelación. Lo que no sabía ella es que ciertos ojos chocolate la miraban con deseo esa noche.

Eddie Munson, el, según muchos, friki de la preparatoria, la observaba desde lejos. Llevaba enamorado de ____ unos tres años, sin exagerar. Desde el momento que ella cruzó la puerta de la clase de física del Sr.Clarke, él cayó rendido ante su sincera sonrisa y sus brillantes ojos.

Aquella noche era su última oportunidad. Ya se habían graduado y después cada uno seguiría su propio camino. Ninguno se acordaría del otro después de un tiempo, o tal vez Eddie sí, pero _____ obviamente no. ¿O sí?

Munson tenía muy claro que, si no se declaraba en el baile, no lo haría jamás. Decidió que lo lanzaría todo por la borda aquel día y, en caso de que ella no le correspondiera, tampoco sería un gran problema porque no la vería cada miserable día en en la preparatoria.

Por otro lado, ____ había venido con Steve Harrington. Él era todo lo contrario a Eddie: popular, adinerado, confiado, aplicado... Pero a ella no le interesaba, no era su estilo. Amaba a Steve, pero solo como amigo. Simplemente, ni Harrington ni ____ tenían pareja para el baile, así que, como buenos mejores amigos, decidieron ir juntos.

La chica hablaba con su amigo cuando alguien tocó ligeramente su hombro dando dos tímidos toques con el dedo índice. Ella se giró con su típica reluciente sonrisa y pudo ver como el chico del que había estado enamorada los últimos años había sido el causante de aquellos toques.

Porque sí, ella también estaba loca por él. Su enamoramiento había comenzado un año atrás, cuando Steve le había comentado que "el friki Munson" la estaba mirando embelesado. Desde aquel momento, empezó a pensar en cómo le gustaría que aquel "chico raro" la mirara con esa mirada de enamorado durante toda la vida. Para ____, tan solo fue un comentario estúpido y sin sentido de su amigo, pero como deseaba que Harrington tuviera razón.

Munson, una vez vio el precioso rostro de su enamorada, se derritió de amor y empezó a ponerse nervioso. Quería decirle lo mucho que la ansiaba y que quería que bailara a su lado. Y, aunque pensó que él estaría más guapo callado, ella estaba demasiado guapa como para guardar silencio.

Hola, yo...—Empezó a decir el chico de largos rizos entre tartamudeos.

Steve se acercó a ____ y le entregó el vaso de ponche que ella anteriormente le había pedido.

Tenga usted, bella dama.—Dramatizó Harrington con una voz ridículamente grave después de entregarle el rojizo líquido a su amiga.

Gracias, caballero de bonita cabellera.—La chica le siguió el juego con una leve risita.

Eddie sintió como si su corazón fuera de papel. Parecía que lo habían estrujado y que habían hecho una bola con él. La chica de sus sueños no le correspondía, y ni siquiera había abierto la boca para preguntarle si quería bailar con él.

Se quedó paralizado sin saber qué hacer ante la curiosa mirada de la que consideraba el flechazo más grande de su vida. Decidió que lo más adecuado sería alejarse de aquella horrible escena para él con prisa y perderse entre la gente haciendo que no pasaba nada.

Las lágrimas caían por su rostro, pero nadie se daba cuenta. Porque no, a nadie le importaba lo que le pasara al friki. Eso era lo que él pensaba.
La música sonaba ahogando sus casi insonoros sollozos, aunque realmente Munson quería que aquella maldita orquesta parara porque sentía que su corazón iba a parar de latir en cualquier instante.

O N E   S H O T S | Joseph Quinn & Eddie MunsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora