Revenge | Joseph Quinn

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Hacía ya un año y medio de lo sucedido. El dolor permanecía, pero de todas maneras debía seguir adelante.

Joe me había sido infiel con su compañera de reparto, Grace. Al principio eso me mató en vida y caí en una severa depresión. Con tan solo imaginar a aquellos dos juntos la sangre me ardía y mis lágrimas volvían a querer rebelarse ante mis ojos. 

Pero eso ya era tiempo pasado. Debía serlo.

Por muy doloroso que fuera, esta experiencia tan desagradable me había ayudado a centrarme en mí y saber lo que merecía. Joseph no me había valorado, pero eso no era culpa mía.

También ayudó el enterarme de que Grace y él ni siquiera estaban juntos, lo que significaba que probablemente no se había enamorado de ella y que tan solo habían sido un par de besos. 

Pero eso ya no importaba. Su vida no era de mi incumbencia ni tampoco quería que lo fuese.

No le odiaba, no le deseaba el mal, tan solo quería que él viera lo que se había perdido.

Me puse en forma, grabé muchísimos proyectos, fui nominada a los Oscars, aprendí a valorarme... Puede que todo esto hubiera comenzado por Joe, pero realmente lo estaba haciendo por mí.

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EL DÍA DE LOS OSCARS

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Estaba nerviosa por mi nominación en este gran evento. Era la segunda vez que me nominaban pero tenía el presentimiento de que esta vez sí iba a ganar el premio.

Estaba nominada en la categoría de mejor actriz gracias a mi actuación protagónica en una película dirigida por Martin Scorsese.

Mi personaje se basaba en una mujer millonaria y actriz la cual aparentaba tener una vida perfecta pero realmente ella se sentía vacía. Esta actuación significó mucho para mí porque cuando estuve grabando el filme justamente mi relación con Joe había llegado a su fin.

Llegué a la alfombra roja con un vestido diseñado exclusivamente para mí. Éste estaba inspirado en el icónico vestido dorado de Marilyn Monroe el cual tenía un escote bastante abierto para aquella época. A diferencia del de Marilyn, el mío era negro y estaba hecho con diferente tela. Y he de decir que me quedaba como un guante.

Mi pelo simplemente estaba peinado con volumen y algunas ondas no muy marcadas

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Mi pelo simplemente estaba peinado con volumen y algunas ondas no muy marcadas. Mi maquillaje también era algo simple: unos notables foxy eyes y un labial tan rojo como la sangre.

Y sí, gané, gané el Oscar a mejor actriz. No podía creerlo, era increíble. Toda mi dedicación no había sido en vano y había sido valorada como debía. No podía ser más feliz.

O sí.

Algo en mi estómago comenzó a revolverse después de que la ceremonia de los premios acabara y el after party empezara.

Joseph estaba allí.

No era extraño, él era un actor muy bueno y desde Stranger Things, serie en la que nos enamoramos, su carrera no había dejado de incrementar.

Yo le había superado, sí. Pero eso no significaba que no pudiera sentir rabia al verle. Él me había hecho mucho daño y ni siquiera se había disculpado.

¿Lo peor? Justamente estaba hablando con Grace Van Dien cuando le vi. Y sí, a ella le tenía especial rencor también.

Decidí apartar la mirada cuando Joe me empezó a mirar de arriba a abajo y seguí conversando con los demás actores de por allí. Gran error.

La cháchara se extendía, pero con ella el alcohol también. Y el champán ya estaba haciendo efecto...

-¡Felicidades, mi querida ___! -Joe Keery, uno de mis grandes amigos, se me acercó.

Muchas gracias, Djo!-Le agradecí con mucho cariño.

-Sabía que llegarías muy lejos.-Los dos nos abrazamos.
-¿Vienes con nosotros? Está Maya, Charlie, Natalia...

-¡Oh, claro!

El trabajo me había mantenido ocupada como para ver a mis amigos y tenía ganas de verles.

Joe y yo llegamos donde estaban todos.

-Mirad a quien tengo aquí... ¡A la señorita mejor actriz!-Me dio una media vuelta y todos reímos.

-Buenas noches.-Saludé y rápidamente percibí la presencia de Joseph y Grace allí. 

Mi sonrisa amable se desvaneció al notarles y se cambió por una de suficiencia. Mis ojos felinos ya no tenían una mirada alegre, si no que tenía una retadora. 

-Felicidades, cariño. Te mereces ese premio.-Maya me abrazó.

-Lo mismo digo.-Natalia también me abrazó.

-De verdad, desde que vi tu actuación en esa película tenía clarísimo que ibas a ganar, ___.-Charlie sonrió entusiasmado y yo no podía parar de agradecerles a todos.

-¡Hagamos un brindis por la maravillosa actriz que es ___!-Keery sentenció y todos brindamos alegres.

Bueno, todos menos Quinn y Grace.

A ella se le veía disgustada de verme en esa posición triunfadora. A él simplemente se le veía incómodo con mi presencia. Pero eso no era asunto mío.

Me alejé de ellos para irme a fumar al balcón que había. Estábamos en un tercer piso.

-Hola.-La voz con acento británico que había amado tanto una vez sonó detrás de mí.

Me giré sorprendida.

-Buenas noches.-Fui educada y me volví a girar para visualizar las preciosas vistas nocturnas.

-Felicidades por tu premio.-Se puso a mi lado y también sacó un cigarro.

-Vaya, por fin te dignas a hablarme. Creo que la que no debería dirigirte ni una sola palabra soy yo.-Ni siquiera le miré, estaba concentrada en el cielo, en el cigarro y en mí misma.

-De verdad que lo siento.-Resopló y hundió sus dedos en su ceño.
-La cagué a lo grande. Tú no te merecías eso.-Suspiró.

-Joe, me da igual.-Apagué el cigarro y lo miré.
-Pero es bueno escuchar salir un perdón de tu boca.-Me encogí ligeramente de hombros y desvié mi mirada.

-No tienes ni idea de cuánto me arrepiento, ___. Grace nunca significó nada para mí y...

-Lo que digas.-Le interrumpí y él se desconcertó.
-Mira, Joe...-Lo miré de nuevo fijamente.
-Hoy es una noche importante para mí y quiero pasármelo bien. Lo último que quiero es escuchar palabras que ya se las llevó el viento hace tiempo y menos revivir aquella situación. Así que, si me disculpas...-Me fui caminando hacia mi grupo de amigos dejándolo allí, boquiabierto.

Él no se esperaba que yo pudiera ser así. Joseph solamente conocía mi yo antigua: la que decía que sí a todo, la que era la chica buena... Pero no conocía a mi yo de ahora, la que sabía lo que era bueno para ella y se daba valor a sí misma.

Esa era mi venganza.

O N E   S H O T S | Joseph Quinn & Eddie MunsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora