Este es un au loco que me acabo de inventar y que me voy a arrepentir de publicar, para que no de tanto asco en este serán humanos, o tal vez ya lo imaginaban así, no se.
(...)
La melodía de la muerte puede sonar tan dulce?.
Una tarde tranquila, ya estaba oscureciendo, se supone que esperaba a su cita enfrente de el océano, pero parece que se estaba vengando de las veces que la a plantado.
——Por que tardará tanto?.—— dijo algo estresado, ya la noche empezó a hacerse presente.
Era una playa en la que acordaron encontrarse después de el trabajo, enfrente de el océano, el cual estaba solitario debido de que no era tan conocida esa parte al igual que las horas que eran.
Se acomodó un mechón de cabello que se había descontrolado debido a que se removió un poco el cabello debido al estrés, su cita era a las 5 pm pero el término llegando a las 6:30 pm, su pareja ya debería saber que el llegaría tal vez un poco tarde, a si que no cree que lo allá plantado por sólo no encontrarlo.
——Y si ya llegó y al no verme se fue?, no creo, soy demasiado fabuloso, como podría ser capaz de plantar a su novio?.—— dijo el narcisista poniéndose una mano en el pecho dramáticamente.
Se cruzó de brazos al notar que ya oscurecido totalmente, miro el reloj en su muñeca, 7:40 pm, ya esta dudando un poco que si vendría aquella hermosa mujer de cabello rosa, su estómago dio un sonido, tenía hambre.
——!Mejor me voy!—— dijo ya algo molesto levantándose aún con los brazos cruzados.
Ya había dado un paso hasta que paró en seco.
Habría sus ojos totalmente sorprendido.
Empezó a sonreír dulcemente.
Una dulce melodía empezó a invadir sus oídos, era un canto tan hermoso y dulce, el tono no se escuchaba femenino, parecía provenir de un hombre, aunque totalmente le pareció hermoso.
Empezó a caminar por donde provenía aquel canto, hasta llegar a un puente construido de madera, para luego ponerse de rodillas, buscando a la persona que provocaba ese canto, parecía estar hechizado.
Sus ojos se abrieron levemente al encontrarse algo totalmente fantasioso, que tan sólo se encontraría en los cuentos de hadas y en las películas infantiles, algo que tan sólo mencionaban haber visto los locos de la ciudad.
——Una sirena?.....—— dijo con total suavidad estando totalmente embobado por el hermoso canto.
El contrario no respondió, solo salió un poco más del mar, dejando verse más, era un hombre con orejas de conejo cabello rojizo y rizado junto con unos ojos parecidos a la de las serpientes, y con algunas partes de el cuerpo con escamas, en especial sus manos que se estiraban cada vez más, sus dedos eran unidos por unas membranas que estaban en medio de ellos, al igual que una piel lechosa.
Cada vez más salía, mostrando un poco el color de su cola, la cual se movía con entusiasmó al encontrar a una presa, esta era de colores verdes y azules a su parecer, al igual que las pocas escamas en su cuerpo.
El canto cada vez era más fuerte, y las manos frías como el invierno se posaron en sus mejillas, sintió un escalofrío pero no le dio importancia, poco a poco se acercaban más a aquella majestuosa criatura, mientras empezaba a esperar la presión en sus labios, aunque un movimiento rápido lo sacó de todas esas fantasías.
Fue hundido en el océano mientras las manos seguían en su rostro evitando que pudiera subir a la superficie a tomar oxígeno, mientras el aire se iba de su cuerpo, volvió a ser hipnotizado por aquellos ojos de serpiente, la mirada se fue suavizando de poco en poco, !otra vez no!, sintiendo compasión por un tonto hombre.
Quería hundirlo cada vez más, pero la compasión en su cuerpo no se lo permitía, sentía pena por aquella persona que estaba hipnotizada por sus facciones y canto.
Miraba como de poco en poco se escapaba el aire de sus pulmones, mientras ya agonizaba, !malditos sentimiento!.
Lo subió a la superficie rápidamente, haciendo que recuperará el aire, mientras este respiraba el aire que podía, el contrario sólo le llevaba a la orilla dejándolo ahí, para luego irse y desaparecer en el océano, dejando que el hombre tan sólo viera una parte de su cola a lo lejos.
—— Que?...... espera.......!!OYE!!—— dijo para luego levantarse de la arena completamente mojado y con frío.
Se metio un poco en el océano, pero no alcanzaba a mirarlo, empezó a maldecir, por alguna razón la mirada se le hacía conocida, salió ya de el mar abrazandose por el frio, una vez lejos, se puso a pensar un poco, y entendió que lo que le acaba de suceder no era para nada normal, !un animal marino mitológico intento ahogarlo!.
(…)
Esto pasó tan rápido, su bote siendo destruido por la fuerte marea, y el cayendo en el mar al haber sido golpeado por las olas de el océano.
Estaban en busca de su mejor amigo, quien había sido secuestrado por el malvado tío pelado, aunque era parte su culpa al haberlo despedido, pero aún así salió a su búsqueda, siendo seguido por sus otros amigos.
Mientras seguían al barco que tenían a Juanin, entraron a una parte de el mar llena de neblina, la cual mientras más avanzaban más espesa se hacía.
Pero ahora, hundiéndose en el océano, así terminaría su vida?, ya empezaba a cerrar sus ojos, recordando a Juanin, triste de no poder salvarlo de las manos de aquella niña.
Sintió unos brazos rodearlo suavemente, que rápidamente lo hacía subir a la superficie, con los ojos cerrados y semi despierto.
Una vez fuera de el mar, recuperaba el aire rápidamente, mientras nuevamente era llevado a la superficie y dejado en la orilla.
——Está es la última vez que te salvo...—— dijo aquella desconocido voz, para luego intentar irse, pero fue agarrado de la muñeca.
——!!Espera!!, !!No te vallas!!—— dijo totalmente alterado y asustado, pero quería por lo menos agradecerle de haberle dejado vivir dos veces.
——Que quieres?, no tengo nada interesante que hacer, pero mi tiempo sigue siendo valioso, sabes?.—— dijo secamente, intentando zafarse de el agarre del contrario.
——Solo dime...—— dijo respirando aún desesperadamente.
——Mmh?—— dio un sonido de afirmación de que podría preguntarle lo que quisiera.
——Como hablas?—— dijo curioso y ya algo relajado al regular su respiración.
——Pues hablando, ahora yo se que sólo hablas estupideces. —— dijo sacándose de inmediato del agarre para luego dirigirse rápidamente al mar.
——!!Espera!!—— dijo ahora levantándose rapidamente.
——Ahora que quieres?—— dijo secamente nuevamente.
——Gracias....——dijo casi en un susurro.
——No dejes que te vuelvan a intentar ahogar, por que yo ya no te salvare, entendido?—— dijo sin darle importancia a el agradecimiento.
El otro asintió rapidamente.
«…»