Te mataría, pero no soy capaz de hacerlo.
Continuación de: Dulce cantó.
Tranquilo, nuevamente sentado frente a el océano, ahora se olvidó completamente de su querida novia, su mente estaba muy ocupada pensando en aquel moustro mitológico con orejas de conejo, del cual desconocía completamente su nombre.
Donde estará aquella mujer?, ignoraba completamente aquella pregunta, sólo se preguntaba donde estaba aquel ser mitad humano y pez.
una cosa cruzó su mente, !siempre aparecía cuando empezaba a ahogarse!, ¿Y si fingida ahogarse para llamar su atención?.
Observo su vestimenta, traía algo normal a su parecer, y no le importaba mojarlo, sólo quería por lo menos ver por un instante a aquella persona.
Miro el mar, y si no venía?, que importa!, además por que pensaba ahora?, si cuando debía hacerlo no lo hacía.
Se dirigió lentamente al mar, ya una vez que el agua le llegaba a los hombros, avanzó un poco más, para empezar a fingir ahogarse, aunque tenía algo de miedo por que se encontraba siendo de noche.
Al rato, cerró sus ojos y dejarse caer, aunque la marea lo arrastraba y las olas lo empujaban, ya tenía demasiado miedo.
Hasta que sintió nuevamente unos brazos rodearlo, saliendo de el agua pues nuevamente era llevado a la orilla, una vez en el suelo, quiso mantener sus ojos aún cerrados, pero fue recibido por una cachetada.
——!Te dije que no volvería a salvarte!, pero parece que al señor le gusta irse al peligro y ser la reina del drama, no?—— dijo con enojo el de orejas mirando al otro, sabía que quería llamar su atención, no quiso caer en su truco, hasta que quiso que lo llevará la marea, y su teatro se vendría abajo.
——Ya ya!, pero no tenías que golpearme!, soy algo delicadito.—— dijo sabandose la mejilla con una expresión de dolor.
——Se nota.—— reclamó el contrario.
——Te dije que mi tiempo es valioso, debería estar....... haciendo algo... Y decidiste interrumpirme.—— en realidad su única distracción en ahogar humanos, asustarnos cuando quiere y también cazar algunos animales marinos, el no se alimenta con el agua, a si que come peces mientras tardará canciones que escuchaba por ahí cuando salía de la superficie.
Es algo aburrido, pero al menos tenía a su hermosa amiga, era de su misma especie, pero se creía bruja y tenía a unas amiguitas.... unas anguilas.
Tenía que admitirlo, espiaba a aquel tarado, ya sabía algunas cosas de el, pues irresponsables saltaban basura al océano, plásticos, papeles, metales, etc, y su amiga lo obligaba a limpiar el mar junto a ella, pues si no lo hacía, amenazaba con que sus anguilas lo ahorcarían mientras lo electrocutaban, una experiencia que no querrá vivir. Dejando de lado aquello, encontró algo llamado periódico, el cual tenía de foto a aquel tonto con algunas palabras: "!El gran Tulio Triviño!" "Su cumpleaños número 39!".
——Dime entonces que importantes cosas haces!—— dijo aún con la mano en la mejilla por el dolor, pues su fuerte mano junto con las membranas y escamas pegaba duró.
——Tu cerebro es muy pequeño, no lo entenderías.—— dijo para luego intentar irse.
——!No! Espera por favor!, te ruego!, no te vallas!, perdón!.—— dijo para luego agarrar su aleta, mala decisión, su mano sintió una sensación algo asquerosa.