✯𝕽𝕰𝖄 𝔇𝔈𝔐𝔒𝔑ℑ𝔒✯

[Chapter 17]

Llego al palacio del Oeste siendo recibido por los guardias con una reverencia, no menciono nada y solo se dirigió a su despacho, sin embargo durante su trayecto un fuerte olor dulce que conocía muy bien indundo sus fosas nasales, fruncio ligeramente el ceño dirigiéndose hacia donde se encontraba dicho aroma. 

Toco la puerta de la habitación de Inuyasha tres veces, ante lo cual esta se abrio dejando ver a Izayoi quien solo sonrió ligeramente al verlo dejándolo entrar.

—Sesshomaru...

Murmuro en voz baja ya que inuyasha se encontraba dormido.

—Su celo se adelanto ¿Por qué?

Extrañado y cubriéndose su nariz ante el intenso aroma del menor, y no era que le afectara o tuviera problemas con ello, ya que Inuyasha era su hermano y él ya habia encontrado a su compañera, sin embargo la habitación estaba inundada por su aroma y resultaba un poco incómodo.

—Tampoco lo tengo claro, pero... Estoy segura que yuki tiene algo ver... La parte animal de Inu lo llama como compañero... En sus demás celos fue normal, pero este es diferente y es porque él regreso.

—. . . Umm, ha estado inquieto supongo... —Se acerca al peli-plata menor el cual abrio ligeramente sus ojos viéndolo con confusión—  Inuyasha ¿Estás consciente?

—Mnh~ tienes un aroma delicioso en ti~ —Se levanto acercandose a él con una sonrisa—  ¿Quién es~?

—Eres Castiel... Deja que inuyasha tome el control, necesito entregarle algo estando consciente. —Serio.

—Umm~ es algo que no me apetece hermanito~

—Uff que berrinchudo, ¿Quieres saber de tu compañero? —Sonrió ligeramente al captar su atención—  estaba con él y les mando un regalo de cortejo, quizás... Pronto lo veas.

—¿Mi compañero? Dime, dónde esta? ¿Un regalo? ¡Por qué no ha venido a verme! —Se quejo haciendo puchero.

—En serio te encontrastes con yuki?

—Sí, en fin, Castiel...

—Tch... ¿Um? ¿Sesshomaru? Qué pasa? —Hablo mareado y mirándolo serio—  porqué tu desagradable olor esta mezclado con uno tan delicioso?

Pregunto curioso y confundido notando en el mayor un ligero aroma de lo que lograba reconocer como madera de cedro, flores de azahar y un toque de chocolate... Ese aroma logro marearlo más de lo ya estaba.

—Bien ya que estas consciente, toma para que te mantengas consciente y controles a la bestia hormonal que tienes.

—¿Eh? —Tomando la cajita negra que le ofreció el peli-plata mayor y abriendola— Esto es... Woa que bonito...