𝟑-𝟏

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"—Debo ir con el Hada Madrina.

—Te acompaño—, ofreció el más alto, con alegría filtrándose en su voz.

—Bueno, creí que debías ir a la Isla por los niños nuevos. No quisiera retrasar nada, sabes.

—Lo sé. Tranquila, JJ—, explicó él con tanta sencillez que ella incluso se llegó a sentir algo celosa de ello -de su tranquilidad—. Además, está de camino. 

—De acuerdo—, accedió al final

—¡Por cierto! —, saltó él, efusivo, deteniendo su andar unos segundos—. Olvidé mencionarlo. Me gusta lo que le hiciste a tu cabello".

Los mechones que antes mantenía de un color platinado, ahora se hallaban destacando con su color natural. Aquel celeste vibrante tan característico de los Genie. En cuanto a su tono castaño natural...- lo cambió completamente. Y lo tiñó de un brillante color verde, algo pálido para gusto, pero igualmente bonito. Ambos tonos combinaban a la perfección y hacían lucir a la pecosa absolutamente renovada.

Con un movimiento de manos, hizo aparecer unas hojas de papel entre sus dedos. Una carta y algunos documentos importantes.

En medio del gentío y las personas, el Hada Madrina recibió éstos, antes dedicándole una mirada severa a la pecosa por el uso de la magia. Y se dispuso a leerlos.

Estaba nerviosa. Ahí, rodeada de personas, y de estudiantes de la preparatoria.

Aunque habían pasado casi dos años, de aquella época oscura; Jade no terminaba de sanar.

Y,  en definitiva, no podía perdonar a ninguno de esos príncipes o princesas, por todas las burlas y abusos.

El Hada Madrina firmó uno de los documentos, usando como apoyo la espalda de Lumiére. Y guardó todos estos en uno de los bolsillos de su saco elegante.

La mujer giró entonces hacia la muchacha y le dedicó una enorme sonrisa: —Bienvenida de vuelta. Me alegra saber que estudiarás aquí tu último año.

A todas estas, habían estado concentradas en lo suyo, que por escasos minutos olvidaron que en las enormes pantallas dispuestas alrededor para observar cada detalle del Día VK, se transmitía lo que sucedía.

Y escuchando gritos a su alrededor, de pánico absoluto, y terror, fueron conscientes de su entorno. Y de lo que mostraban las pantallas.

Era una toma en tiempo real. De este lado de la barrera mágica que rodeaba la Isla de los Perdidos. El pánico era causado por Hades, quien ya tenía casi medio cuerpo fuera de la barrera.

Observó en la pantalla a Mal transformarse en dragón y -al parecer- tener una lucha mágica contra el dios.

—¡Guarden la calma! —, pidió el Hada Madrina, con un micrófono en sus manos—. ¡Que no cunda el pánico!

Hades lanzó un rayo celeste directo a Mal, y el enorme dragón tembló en el aire.

Bibidi babidi, ¡Que cunda el pánico! ¡Todos corran! —, gritó el Hada Madrina corriendo, siendo escoltada por dos guardias al interior del edificio.

Y los gritos y el caos estallaron. Todos los estudiantes, maestros, civiles, la prensa... Jade incluso vio a Bestia y Bella correr a la seguridad del castillo también, alarmados; huyeron en el acto.

Mientras tanto, la pecosa se planteó la idea de ir con ellos y ayudarles. Con un puf, estaría allí, y quizás su magia no era como la de Mal, pero podría servir de apoyo.

Jade || Harry Hook [Descendientes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora