Jade || Harry Hook [Descendientes]

𝟒-𝟏

Como invocado por el pensamiento, una espesa nube celeste se abrió paso desde debajo de la puerta cerrada de la habitación hacia el interior. 

Era tan densa como el ambiente que se instaló dentro de esas cuatro paredes, cuando todos notaron esto. 

El silencio los envolvió, y todas las miradas cayeron al suelo, donde -de a poco- la bruma aumentaba, ya cubriéndoles las pantorrillas. 

Harry se puso de pie, empuñando su garfio con fuerza y ocultando la Lámpara Mágica con su propio cuerpo. Los VK's se reunieron juntos, protegiéndose entre ellos -y a Ben; Audrey y su abuela se abrazaron, ambas recogiendo sus piernas del suelo en un pobre intento por escapar de la niebla, el Hada Madrina las imitó. Bestia frunció el ceño, escondiendo a Bella detrás suyo con un brazo alrededor de su cuerpo, giró hacia Hades y gruñó con fuerza, haciendo honor a su nombre. 

Hades gruñó de regreso, dando un paso hacia él de forma amenazante. 

—Detente—, ordenó Bestia. 

—No es obra mía—, rezongó el dios, rodando los ojos. Alzó sus manos con socarronería en señal de rendición, mostrando que la brasa no brillaba. 

—¿Entonces...?

La bruma se alzó, y ya los cubría a todos hasta la cintura. 

A Harry le fue inevitable recordar el momento exacto en el que perdió a Jade. La niebla verdosa que se la llevó había tenido el mismo comportamiento que la celeste en estos mismos instantes. 

El aire se sentía denso, haciéndoles difícil respirar adecuadamente; ya los cubría hasta el esternón a la mayoría -a Mal que era más bajita ya le llegaba casi a los hombros, y a Audrey y su abuela, al hallarse sentadas en la cama, las cubría hasta la coronilla. 

—¿Ben? ¿Evie? —, Mal habló asustada, notando que ni siquiera poniéndose de puntitas podía escapar por mucho más. Ya la cubría hasta el mentón. 

—No te alejes—, la voz de Ben sonó ahogada, pasando un brazo por los hombros de su prometida. 

—Chicos—, llamó Evie igual, aterrada al notar que la bruma ya le empezaba a cubrir el rostro. Carlos y Jay, con sus cabezas apenas sobresaliendo de la niebla intercambiaron miradas con Ben -y los dos muchachos estiraron una mano, para asegurarse de que Evie seguía ahí. 

En poco tiempo, los VK's, el rey, y Bella se hallaron bajo la niebla también. 

Hades y Bestia miraban todavía alrededor, siendo los más altos la bruma apenas les llegaba a las clavículas; Harry hacía un esfuerzo por no mostrarlo, pero también estaba aterrado -por el solo pensamiento de que la Lámpara también se lo llevara por el resto de la eternidad. 

La bruma ya subía por el mentón del pirata. 

Y como si esta misma tuviese conciencia y estuviese harta de la sinuosa lentitud con la que envolvía el entorno... subió de golpe hasta el techo, sin dar más tregua. 

Todos allí quedaron a ciegas por un buen rato, aferrándose a sus cercanos para asegurarse de que estaban juntos y que no desaparecerían en un parpadeo. Hades se aferró a su brasa y la hizo brillar unos segundos con la esperanza de que su luz pudiera permitirle ver más allá de sus propios pies -sin éxito. 

Harry se aferró a su garfio, alzándolo frente a su cuerpo a modo de defensa. Listo para atacar a cualquier amenaza que pudiera saltar hacia él en medio de la bruma. Parpadeó con rapidez, entornando los ojos; intentando adaptar su mirada emborronada por la niebla.

Esta era densa, espesa. Pero no traía humedad, y tampoco era seca. No molestaba en sus ojos, ni en sus oídos. No tenía un aroma familiar, pero sí uno particular. No les molestaba en la piel, solo los hacía erizarse de absoluto miedo. Era imponente, y casi aterradora.