Jade || Harry Hook [Descendientes]

𝟏-𝟏

—No. No. 

—Oh, vamos. 

—No. No voy a dejar que hagas semejante locura.

—Dice a quien se le ocurrió la idea desde el principio—, recriminó con un toque de burla en su tono. 

—Sí, pero nunca sugerí la idea de enviar a alguien a la Isla, completamente solo, por un mes. Solo para... ¿Qué? ¿Recolectar información? JJ, ahora tenemos a Mal, Evie, Carlos y Jay. Ellos seguro nos pueden dar la información que necesitemos para los siguientes chicos y...- 

—Sí pero seguro que no conocen a todos en la Isla. Siento que sería algo injusto basarnos solo en lo que nuestros amigos nos puedan decir. 

Ben desvió la mirada, dejando caer su espalda contra su silla. Al regresar su mirada a su mejor amiga, halló algo que nunca antes había visto. 

Un destello de determinación acompañado de sinceridad. Iba en serio. 

—Es la primera vez que dices algo así.

—¿Ah?—, enarcó una ceja, sacada de lugar.

—"Amigos". Es la primera vez que te escucho decir que tienes amigos. 

—Bueno, nunca he tenido amigos. En plural. Solo uno, tu. Y ahora casi no nos vemos porque siempre estás ocupado siendo rey—, sonrió ella, apoyando su peso en el borde del escritorio de Ben.

—No lo sé, JJ. No creo que sea seguro.

—Oye, lo tengo todo cubierto, relájate. 

—No puedo relajarme, cuando tu estás tan tranquila con la idea de irte a la Isla de los Perdidos un mes, sola, sin protección ni ayuda. ¿Sabes que si algo te pasara, no tendría cómo ayudarte, verdad? No me lo perdonaría, Jade. Hablo en serio. 

—Lo sé, Ben—, insistió ella, con una sonrisa solemne en su rostro—. Escucha. Sé que puede ser peligroso, de verdad. Ya calculé cada posibilidad, contemplé cada posible contratiempo, todo. Créeme cuando te digo que tengo un plan y lo tengo todo cubierto. 

—No lo sé, no...

—Hagamos algo—, negoció ella, enderezándose. Su amigo la siguió con la mirada, ella rodeó su escritorio y tomó asiento en la silla frente a éste—. Te contaré todo, cada plan, cada posible escenario, cómo planeo hacerlo. De verdad, todo. Tu me escucharás y lo pensarás. 

Sin más remedio, el rey Ben asintió. 

—Cuéntame, JJ. 

—Bueno, el plan inicial es ir, y recolectar información, como ya te dije. Hablaría directamente con los chicos, los posibles candidatos para que vengan a Auradon. Lo ideal sería hablar con tantos chicos como sea posible. Y toda esa información la enviaremos desde mi computadora-

—¿Cómo? El campo de fuerza no permite la entrada ni salida de señal Wi-Fi. 

—El campo de fuerza es mágico. La magia anula la magia. Le pedí al Hada Madrina un favor, encantó mi computadora para que podamos enviar la información necesaria a una hora específica del día. Lo más probable es que sea en la madrugada donde es más seguro que todos estén dormidos, así nadie lo notará.

—Hablas en plural, JJ. Estoy considerando la idea de dejarte ir sola a la Isla, porque así me lo pediste pero no creo que haya más voluntarios para ir.

—No. Es decir, sí, estaría sola. Solo yo, entrevistando a más chicos. Pero hasta yo creo que puede ser peligroso que esté sola allá. Lo más prudente sería que me acompañara algún guardia.