NARRA CAMILA
Habían pasado tres hermosos años, era increíble como el tiempo se pasaba volando. Mis pequeños niños habían comenzado el Kinder y Cameron había comenzado la primaria.Yo había dejado de trabajar. Lauren me insistió mucho, me dijo que en lugar de trabajar me quedara en casa cuidando a mis hijos.
*Flashback*
Estábamos en nuestra habitación, yo estaba sentada en la cama y Lauren estaba parada frente a mi.
Lauren: Camila - me miro - James y Michel van a comenzar el kinder, Cameron la primaria y si tu sigues trabajando entonces ¿quien los llevará a la escuela?
Camila: Le pedimos a mi mama o a tu mama que nos hagan el favor de llevarlos
Lauren: ¡No Camila! Mira tu te sales de trabajar y asunto arreglado. Ademas en el hospital ganó muy bien
Camila: Pero yo no quiero dejar de trabajar - hice un puchero.
Lauren: Mi amor - se arrodilló frente a mi - Entiende que será lo mejor
Camila: - suspire - Está bien - me di por vencida - Tu ganas
Lauren: Gracias mi amor - me beso.
*Fin del Flashback*
Mis hijos se han llevado muy bien. James y Cameron son los más traviesos y mi pequeño Michel es el más tranquilo. James había sacado el color de mis ojos y el color de mi cabello, mientras que Michel era igualito a Lauren sólo que en versión masculino.
Habíamos hecho otra habitación en donde pusimos dos camas.
Era sábado y hoy iríamos a la playa ya que mis pequeños hace mucho que querían ir. Lauren había cambiado su descanso para el día de hoy, para poder pasar mucho más tiempo con nuestros hijos.
Estaba en la cama totalmente desnuda, mi esposa y yo habíamos tenido una gran noche. Me gire sobre la cama y Lauren seguía dormida. Así que comence a darle pequeños besos sobre su mandíbula.
Lauren: Mmm. . - se quejo.
- Despierta - susurre en su oído y comence a jugar con el lóbulo de su oreja.
Lauren: Camz. . .- dijo con voz ronca lo cual me comenzó a excitar.
Me aleje un poco de ella para poder ver su rostro, Lauren comenzó abrir sus ojos poco a poco. Cuando los abrió por completo me miro y me sonrió.
- Buenos días - sonreí.
Lauren: Buenos días señora Jauregui
- Me encanta que me llames así
Lauren: ¿Cómo dormiste?
- Perfectamente bien
Lauren: ¿Así? . . .¿Y eso?. . .¿A que se debe? - pregunto juguetonamente.
- A que alguien hizo que pasará una noche increíble - le seguí el juego.
Lauren: A mira
- ¿Sabes?. . .me gustaría volver a repetir esa noche con esa persona
Lauren sonrió, se acercó a mi y me beso. Nuestro beso era lento, en el había cariño y amor. Nuestras respiraciones chocaban. Su lengua trazo mi labio inferior y sin pensarlo le concedí el paso a mi boca. Nuestras lenguas se encontraron y comenzaron una pequeña guerra.