—Sabe que no lo haré —afirmó tras una larga pausa.
—¿Matarle? —susurró Remus con incredulidad.
—Es imposible. Severus es mucho más hábil y poderoso que yo. Con Voldemort contaba con la posibilidad de que yo conocía el amor y la amistad, pero Severus también conoce el amor. La varita me era leal porque desarmé a Malfoy, pero volvió a usted sin problemas. Es una locura.
—Cuentas con la ventaja de que él desconoce todo eso. Eres la única persona a la que permitirá acercarse sin problemas.
—No me acercaré a Severus para matarle.
—Primero hay que encontrar la varita. Tenemos que asumir cuando ha llegado el final y estar listos para ello.
—¡Él no lo sabe!
—¿No hay otro camino, Dumbledore? —preguntó poniendo una mano en el hombro del chico.
—No. Severus se convertirá en un mago tenebroso y habrá más muertes. Ya me ha explicado lo ocurrido con McGonagall. Si no lo detenemos ella será la primera, la odia.
—Yo también la odiaría si me hubiera abandonado tras suplicar que no te deje morir —escupió con rencor.
—Lo siento, Harry, pero ese es tu cometido.
—¿Mi cometido es matar a todos los magos más peligrosos del mundo mágico?
—Es el trabajo de un auror.
—No lo haré con Severus —sentenció yendo a las escaleras donde todas las luces que dejó el profesor ya no emitían la luz que puso en ellas.
Cogió el primer objeto a mano haciendo un Traslador, pero no funcionó. Seguro Dumbledore lo había bloqueado para impedir que fuera con él. Entonces cayó en lo que podía hacer con los núcleos. Creó una sombra que protegía el rastro de Severus. Respiró hondo y utilizando lo aprendido de la legeremancia buceó en su interior pensando solo en el profesor. Un frío extraño comenzó a inundar su cuerpo sintiendo cómo le arrastraba hacia el fondo.
Al abrir los ojos se encontró con la espalda de Severus libre de la túnica. Los brazos al descubierto mostraban la piel algo tensa. Por la noche pudo apreciar que la marca tenebrosa estaba casi en el olvido, una mancha gris en su piel pálida. Se aproximó sin hacer ruido besando la espalda desnuda de Severus quien se sobresaltó por ello.
—Soy yo —murmuró contra su piel.
—¿Harry? —Ladeó la cabeza para mirarle—. ¿Cómo es posible?
—No lo sé. He buscado la sombra que dices que bloquea tu rastro. O mi magia que te protege.
—Eso no es normal —dijo preocupado al tiempo en que se giraba hacia él. Harry dejó caer la frente en su pecho, abatido.
—Tenemos que irnos muy lejos.
—¿De qué hablas?
—Me obligarán a matarte. —Su voz salió entrecortada y Severus se tensó—. En cuanto tengan la varita de Saúco vendrán a por ti.
—Si es así no puedo permitir que escapes conmigo.
—¿Qué? —Alzó la vista con los ojos brillantes por el peso de los acontecimientos.
—Me quedaré hasta que no tenga más tiempo para estar contigo, después se acabó todo.
—Estamos juntos, no te haré daño.
—Yo tampoco, Harry. Al menos mientras me conserve a mí mismo.
—¿Qué estabas haciendo? —quiso saber al distinguir varios viales vacíos en la mesa detrás de Severus.
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El regreso del invierno y sus Tinieblas
FanfictionLa guerra de Hogwarts concluyó hace unos meses. La paz ha vuelto, la magia es leal y blanca y Harry Potter al fin vive sin el temor de tener a alguien que le pise los talones. Sin embargo, la felicidad es efímera y más cuando una nueva amenaza irrum...