—¡¿Tú?¡
Niall gira para encontrarse con el par de alfas que siguen en el umbral de la puerta, como si no fuera lo suficientemente extraño verlo deambular por su casa.
—Sh, —reprende —van a despertarla y fue un enorme trabajo lograr que se durmiera.
No dice más, sube los escalones y Louis podría jurar que el objeto en sus manos es una mamila.
—¿Qué hace Niall aquí? Pensé que seguía de vacaciones.
—Yo también pensaba eso...un momento, ¿Niall dejó esa nota? —pregunta Harry.
Louis solo niega porque en realidad no tiene una respuesta para esa pregunta. la observa una vez más pero la caligrafía es desconocida. Duda que sea Sam que solo quiere molestar, pero entonces, quién puede ser.
Con un suspiro cansado, Harry cierra la puerta detrás de Louis. Sus manos sujetan su cintura y lo atrae para olfatear su cuello y barrer la mordida con su lengua para recoger los rastros del maravilloso aroma de su alfa.
—Hueles delicioso...
—Tú también...
—Vamos a casa, —suplica entre besos y pequeños jadeos, un poco molesto porque no pensó encontrar a Niall en su casa —no quiero interrupciones, quiero que los vecinos nos vean de mala manera mañana, después de que escuchen nuestros gritos...
—Harry....
—¡Oh, por Dios! ¡Voy a quedarme tuerta!
El tiempo se congela para ambos cuando esa voz resuena detrás de ellos, una voz tan inconfundible que los perseguirá llena de recuerdos aun después de muchos años.
Permanecen incapaces de moverse por una fracción de segundo en la sala de estar de casa de Harry. Lo primero que los atraviesa a ambos es un escalofrío. El escepticismo los golpea después y podrían jurar que la alucinación a sus espaldas suena tan real que quieren llorar.
Giran sobre sus ejes y las piernas se debilitan cuando la miran.
De pie, a dos metros de ellos, está Gabrielle.
Luce hermosa, tan viva como la última vez, pero mucho más feliz y entera.
—¡Gab!
—¡Alfa!
El abrazo sucede frente a los ojos de Harry, como si fuera una película en cámara lenta, dándole la oportunidad para que observe minuciosamente la escena como un espectador más. Las acciones se ralentizan dolorosamente de forma artificial y crean el impacto de las imágenes y sonidos cuando Louis la envuelve entre sus brazos y la omega vuelve a sentirse segura, en su lugar favorito; Louis.
—¿Gabrielle?
Esta vez es Harry quien habla, se siente ajeno a la escena que se desarrolla frente a él y la multitud de emociones lo asaltan, sin descifrarlos completamente, saborea la euforia y la adrenalina de ver a su pequeña hermana viva, pero esta sensación no es la única que puede palpar.
Su lobo; sin embargo; se agita incómodo cuando observa la manera en que Louis y ella se encuentran, como si todo a su alrededor desapareciera. Sus manos se sienten vacías y esta sensación es suficiente para que su aroma comience a volverse amargo y pique en la nariz de su esposo.
La racionalidad no siempre es la carta fuerte de los alfas, predomina en ellos siempre su naturaleza lobuna y lo territorial precede, como en este caso; a su parte consciente y, cualquiera podría burlarse de él y ridiculizarlo por sentirse así, pero no Louis, quien suelta a la chica y busca la mirada de su alfa, y le lanza un beso, lo cual hace que Harry se ruborice de inmediato.
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Gardenias para mi alfa
FanfictionPor años se abstuvo de buscar un compañero porque creyó que no existía un destinado para él, casi había perdido su habilidad para oler y su alfa se rindió, hasta el día en que lo encontró, el aroma a gardenias fue el primero en entrar a su sistema...