—¿Y si quiere tu número? —la pregunta de Harry es bastante clara, no está de acuerdo en dejar a su alfa, a solas con otro alfa.
Están en la camioneta de Harry, fuera del consultorio del doctor Malak, ya que; Harry ha insistido en acompañar a Louis a su sesión, ha pasado una semana después del encuentro con Luke y de que su sesión haya sido pospuesta.
—Es obvio que intercambiaremos números, Edward, después de todo será mi psicólogo.
—¿Y eso qué? Puedes agendar tus consultas con su asistente —él dice "consultas" porque odia llamarlas "citas" y no es que estuviera celoso, simplemente es el término "correcto" —, no veo la necesidad de que él tenga tu número.
Llevan más de dos meses saliendo de manera no oficial, porque hasta ahora todo se ha basado en mensajes de textos, llamadas, citas, besuqueos y mucha seducción, Harry le propuso matrimonio de forma sencilla pero hasta ahora no han hablado de enlazarse, y aunque Louis anhela hacerlo, todavía hay puntos no confesos entre ellos.
Lo que sí ha descubierto, es que Harry es extremadamente celoso, su alfa es un lobo absolutamente territorial y muy, muy posesivo, sabe que odia los apodos ridículos, las muestras de afecto en público, el baile y mostrarse vulnerable.
También sabe que tiene a su madre como único familiar y que ella padece una condición mental desde que su alfa murió, pero no le gusta hablar mucho del tema.
—¿Qué pasaría si yo tuviera una crisis o una emergencia?
—Para eso tienes a tu alfa —responde de inmediato, mirando la sonrisa enorme que se dibuja en labios de su chico, —me tienes a mí. Yo soy tu hombre, no él.
La respuesta causa un vuelco en el corazón enamorado de Louis y su alfa interno retoza feliz al sentirse reclamado, el castañito intenta reprimir un poco su sonrisa y el bermellón que cubre sus mejillas, pero ¡joder! Lo está disfrutando tanto.
—Pero amor... No necesito a nadie más si tú existes Edward —asegura, mientras, metafóricamente añade un nuevo ladrillo de amor a su relación —¿Quieres que te lo demuestre?
Desabrocha su cinturón para tener la libertad de subir al regazo del alfa, mientras Harry solo relame sus labios y el iris de sus ojos se expande justo cuando Louis hace una de estas cosas que desquicia no solo al lobo, sino al hombre; lame la zona del cuello mientras sus manos toman un puñado del cabello largo de Harry.
—Louis...
Sus cuerpos se tocan en todos los puntos que se alzan entre ellos, desapareciendo a uno de sus perores enemigos: la distancia.
—Shh...
Louis inhala fuerte pero inmediatamente tira de su alfa para que sea él quien se hunda ahora en su fuente de olor y aquel embriagador aroma tranquilicen a su posesivo lobo.
Harry desea tanto adherirse al cuerpo de su pequeño alfa y callar todos sus demonios que crujen en su mente retorciendo cada cosa buena que vive al lado de este magnífico hombre, porque sus antiguos deseos de venganza van desapareciendo cada vez que lo mira y reconoce que todos sus esfuerzos por no enamorarse han sido en vano.
Es absolutamente cierto que el calor corporal ha aumentado, así como los latidos de su corazón, pero hay algo más ahí, muy en el fondo de su pecho. Es un sentimiento que se empeña en crecer a pesar de que Harry insiste en que no debería mantenerlo.
Así que echa atrás esos pensamientos y se concentra en el aroma de Louis, en su sabor, en cómo su piel arde bajo su lengua y cómo el estremecimiento de su cuerpo es una oda a la vida.
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Gardenias para mi alfa
Fiksi PenggemarPor años se abstuvo de buscar un compañero porque creyó que no existía un destinado para él, casi había perdido su habilidad para oler y su alfa se rindió, hasta el día en que lo encontró, el aroma a gardenias fue el primero en entrar a su sistema...