El precio del amor (Amor en Yale 2, #1)

# CAPÍTULO 17: CONFESIONES

/Cather /

El sábado al mediodía estaba arreglando las cosas con el distribuidor del bar y además me tocaba ir a renovar mi patente de alcohol, solo me hacía falta que me quitaran la licencia y mi bar no pudiera vender alcohol.

Estuve en eso todo el día, más cerca de las 3 de la tarde Set me llamó al móvil.

—¿Cath?

—¿Mmm? —pregunté mientras hacía un cheque y se lo entregaba al de las patentes.

—No estás en tu departamento.

—Estaré dentro de 30 minutos —dije suspirando —Tenía que ir a hacer unos recados.

—Vale —Dijo —estás menos molesta que ayer.

—Lamento lo de ayer —dije suspirando.

—Está bien... ¿Por qué no salimos?, voy al centro y hacemos algo juntos.

—Mmmm... —se escuchaba emocionado, nosotros nunca hacíamos nada más que estar en casa, hacerlo y dormir, a veces pedíamos comida, pero salir como tal nunca —Vale —dije suspirando y pude imaginarme su sonrisa al otro lado.

—Juntémonos en la calle comercial.

—Está bien. —suspiré.

Nos encontramos cerca de las 4, Set estaba con unos vaqueros oscuros, un polo gris claro, un abrigo café y una bufanda que le tapaba el cuello, me esperaba en una esquina mientras miraba su teléfono. Me di el permiso de observar como estaba recostado en la pared, era extraño no verlo cómodo con su uniforme de doctor o en pijama, me gustaba cómo le quedaban los vaqueros.

—A veces me impresiona que seas el mismo chico que anda descalzo en mi casa —Le dije y él me miró riéndose.

—Tú también estás guapa —me dijo, me atrajo hacia él y me besó... nunca me habían besado en público, aunque claramente a Set no le importaba que lo vieran conmigo.

—No he almorzado y estoy muriendo por dentro —Dijo mientras apoyaba una de sus manos protectoras en la espalda baja y yo rodé los ojos.

—¿Qué quieres comer?

—Vamos por ahí, seguro encuentras algo que queramos —Caminé para empezar a buscar tranquilamente, sin embargo, Set se detuvo y me miró, me volteé para ver su mano extendida hacia mí. Lo miré sorprendida.

—No seas boba —dijo alzando una ceja y yo suspiré —¿Estamos saliendo no?

—Aún queda un mes, ¿no? —dije suspirando y entrelacé mi mano con la de él.

—Mucho mejor —dijo y me dio un apretón —tus manos están tibias —dijo sonriente y yo hice una mueca. —Me gusta.

Él odiaba el frío, se refería a que le gustaba no tener que tomar las manos de alguien frío, me felicité internamente por siempre llevar las manos en los bolsillos... —¿y qué más te da...? No es como que te vayas a quedar con él— déjame disfrutar al menos, le contesté a la zorra.

Nos paramos en un pequeño lugar de comida que parecía agradable y nos metimos, cuando estuvimos sentados pedimos de tomar y yo me saqué el abrigo largo, ya que me estaba incomodando.

—Nunca habíamos tenido una cita.

Yo le miré con una ceja alzada.

—No es una cita —le dije y él se rio.

—Sí que eres buena para arruinar los momentos bonitos —dijo riéndose y yo hice una mueca... tienes que aprender a cerrar la boca Cather.

—Lo lamento —dije con una mueca y él me sonrió tranquilo.