# CAPÍTULO 02: EL INTRUSO.

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[ Cather ]


Miré el reloj de la pared. 2:39 am. Suspiré profundo. Había sido un largo día, necesitaba descansar.

Las sillas estaban sobre las mesas, los vasos y cubiertos estaban limpios. Miré a mi alrededor para asegurarme que no faltaba nada más. Decidí retirarme antes de empezar a complicarme la vida, activé la alarma y me dirigí a la parte trasera del bar, Subí la escalera hacia el segundo piso en donde vivía.

Me topé inmediatamente con la cocina, suspiré, nunca me gustó la distribución de esta casa. Me encorve para bajar el cierre de mis botas y posteriormente patearlas, quedaron tiradas por algún lado del recibidor, me acerqué a la cocina y tomé una manzana, le di un bocado y miré a mi alrededor.

–––

–Es pequeño.

–¿Es mejor vivir en la calle no crees? –El gran hombre de tez oscura me dio una sonrisa hacia el lado y yo me abracé a mi misma mientras caminaba dentro del pequeño departamento.

–¿Qué me costará?–me volteé a mirarlo mientras me abrazaba con más fuerza intentando protegerme.

–5 horas de trabajo en el Bar diario, el resto del tiempo puedes hacer lo que te plazca.

–––

5 horas no eran suficientes para pagar todo lo que hizo por mí.

Agité mi cabeza para evitar seguir pensando en Braun y miré por la ventana hacia la calle, la vida nocturna de New Haven ya estaba comenzando.

~ Lunes ~

Deslicé el carrito de compras por el supermercado mientras pensaba que podría necesitar, mi teléfono vibró en la parte trasera de mis pantalones y suspiré antes de contestar.

–Diga

–¿Cather?

–Mm –Dije afirmativamente mientras miraba unas manzanas. –¿Quién es?

–Set.

Fruncí el ceño.

–¿Set?

–Nos conocimos ayer en el bar, me diste tu número.

–Y vaya que lo has usado rápido –me burlé.

–En realidad me has obligado a usarlo.

–¿eh?

–Es que tenía que asegurarme que eras tú viendo frutas, porque la verdad te ves completamente fuera de contexto –La misma voz del teléfono ahora estaba justo detrás de mí, di un giro de 180 y quedé justo frente al rubio.

Di un traspié para alejarme un poco y él sonrió mientras cortaba y guardaba su teléfono en el bolsillo trasero.

Me pasé las manos por el flequillo y lo miré mientras suspiraba.

–¿Ahora me sigues?

–Nah –me dijo –Tengo mis prácticas cerca, vine a comprar algo y te vi, solo quería asegurarme que eras tú y saludar.

–¿Prácticas? –Nunca fui muy entendida con el tema universitario así que la pregunta era honesta, le di un repaso con la mirada y caí en cuenta que el chico debajo de la sudadera color gris, llevaba un traje azul marino tipo médico y lo miré extrañada.

–Horas clínicas, en el Yale New Haven.

–¿Estudias medicina? –Lo miré completamente sorprendida y le di un vistazo nuevamente a su ropa.

El precio del amor (Amor en Yale 2, #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora