La carta que jamás llegó:

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Dicen que aquellas cosas que realmente nos importan son las más difíciles de dejar ir. Yo nunca pensé que tú, querida amiga, llegarías a importarme tanto como para causarme dolor al momento de tu partida. Fuiste una gran amiga y me duele profundamente no haber podido despedirme de ti como se debe. Espero que allá donde estés, encuentres la felicidad que mereces. Siempre te recordaré con cariño

- Marylen

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