¿Serás Tú Mi Maktub? Aishe Y Suleiman

Chapter 2

Te amaré como la oscuridad ama la noche.
-Ampara Silva-

Aishe se había levantado temprano, aunque hoy no tuviera que trabajar. Rezo al fajr y preparó el desayuno. Al acordarse de lo que pasó ayer se empezó a preocupar. No sabía si Suleiman realmente era de fiar y eso le asustaba. Después de hacer teorías sobre el hombre, la mujer se preparó a dar un paseo antes de ir a la mezquita para rezar salat al duhr. Paseo por las calles como si fuera la primera vez, no sabía porque pero sentía que flotaba. Todavía le quedaba tiempo y decidió entrar a una librería, Aishe siempre iba y salía sin comprar nada, porque en ese momento no selo podía permitir. Lo que ella no sabía es que en esa misma librería, estaba ese misterioso hombre que le salvó la vida. El la miraba entre las estanterías y al ver como miraba uno de los libros pero salía sin comprarlo tuvo la necesidad de mirar de qué se trataba el libro. Era uno de esos libros de amor y formaba parte de una trilogía bastante conocida, Suleiman se dirigió al mostrador con su elegante forma de caminar.

- Me llevo estos tres.- dijo el arrastrando las palabras.

- De acuerdo señor, ¿Se lo envolvemos de regalo?- dijo la dependienta mirando con curiosidad al hombre que estaba frente a ella.

- Si, por favor.

- Son 26,49 libras.- el sacó su tarjeta y pagar por los libros.

- Gracias- salió de la librería y al darse cuenta de lo que había hecho se llevó las manos al pelo, peinandoselo hacia atrás."¿Porque hice eso?No le debo nada ni tampoco es nada mío, pero no tengo tiempo para esto, ya casi es la hora del duhr"

Y así entró en la mezquita Fazl, sin darse cuenta de que era la mezquita que le dijo Aishe el otro día. En el rezo, no pensó en otra cosa que no fuera Dios. Para Suleiman era muy fácil concentrarse en el rezo y estaba muy agradecido por ello. Al salir de la mezquita y ver esa silueta conocida no puedo evitar acercarse.

- Assalamu aleykum hermana , se que esto no es muy correcto pero necesito pedirte un favor.

- Aleykum salam, claro ya te dije que te debo una.¿Dime de qué se trata?

- Es un asunto complicado así que mejor toma asiento.

- Entiendo...- Se sentaron en el banco más cercano pero lo más alejado posible el uno del otro.

- Necesito que te cases conmigo - soltó el como si fuera lo más normal del mundo.

-¿Que? - Aishe estaba en shock, recién conocía a ese hombre y podia ser un criminal.

- Necesito que te cases conmigo, al ser un espía necesito estar casado. Necesito una mujer que me pueda ayudar en mi trabajo y también en mi vida personal, nadie sospechara que tengo un trabajo así, si estoy casado con una mujer modesta y correcta como tú. Si estás de acuerdo a escuchar lo que te quiero proponer bien y si no dímelo, no quiero presionarte.

- Quiero escuchar tu propuesta. - Dijo Aishe eligiendo cuidadosamente sus palabras.

- No tendrás que ni verme, solo de vez en cuando. Vivirás en la misma casa que yo pero siempre estaré en el trabajo para que no te sientas incómoda, tendrás un cuarto propio y no te presionaré a nada íntimo. - dijo el y Aishe empezó a quedarse hipnotizada por su voz y palabras. Parecía que si le hablaba a una multitud, esa multitud iba a hacer cualquier cosa que el hombre dijera. - Y obviamente mi dinero también, es el tuyo. Tengo la obligación de mantener a mi esposa.

- ¿Podría salvar tu vida, aceptando el matrimonio?

- Sinceramente sí, es algo complicado de explicar.

- Dame un tiempo para pensarlo... - dijo Aishe levantándose confundida del banco.

- Todo el tiempo que necesites. - dice Suleiman mientras se despide con un movimiento de cabeza.- Te llamaré luego.

Aishe se queda confundida, ella nunca le dio su número.

- ¿De donde sacaste mi número?- me pregunta ella, con el ceño fruncido.

- Tengo mis métodos. - dice el hombre mientras se va a paso elegante, dejando a una Aishe muy confundida, con una sonrisa burlona en la cara.
"Este hombre es impredecible..." Piensa mientras sonríe para sus adentros y vuelve a su casa, tenía mucho en que pensar...

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Ali.