Chapter 24

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                                         Soledad

Pasan cinco meses, ya todos sabían de la desaparición de Suleiman. Todos decidieron pensar que murió, para no seguir dándole vueltas al asunto. Pero Aishe tenía la esperanza de volver a verlo, a ver al amor de su vida. Ella lo odiaba por haberla abandonado pero no podía evitar amarlo. Todos los periódicos del país anunciaron la muerte del millonario empresario, los padres de Suleiman estaban desconsolados porque ni siquiera ellos sabían donde había ido, Yasmin no sabía que pensar pero a diferencia de Aishe, ellos si intentaban superar la pérdida y seguir con sus vidas. Aishe cayó en una depresión, nadie lo sabía solo los más cercanos.

Empezó a tener problemas de alimentación y por ende también de salud. Estaba más delgada y tenía más ojeras, sus ojos habían perdido el brillo que tenían, el rubor de sus mejillas y el color rojo de sus labios había sido reemplazado por un tono pálido, un tono sin vida.

Aishe estaba, pero realmente no. Nadie sabía realmente que le pasaba por la cabeza, ni siquiera sus seres queridos. Parecía un fantasma viviente.

Eso también afectaba a sus seres cercanos, sus suegros o ex suegros siempre le dijeron que tenían su apoyo incondicional y que podía hasta vivir con ellos, Yasmin le dijo lo mismo que sus padres y la visitaba siempre que podía, Ali y Yunes le mostraron su apoyo y sus ganas de ayudarla y Meryhm...Meryhm estaba muy empeñada en sacar a Aishe del hoyo en el que se había metido.

Y cuando a Meryhm se le mete algo en la cabeza, no hay nadie que se lo saque.

Una de las tardes que Aishe se pasó tumbada en su cama, encerrada en su habitación, Meryhm entró sin siquiera tocar la puerta, Aishe le había dado las llaves por si acaso. La niqabi entra en la habitación y se cruza de brazos al ver el estado de su amiga.

- ¿No piensas hacer algo? Tienes que superarlo Aishe, Suleiman está muerto.- puede sonar cruel e insensible pero era lo único que podía hacer Meryhm para que su amiga volviera a la normalidad.

- No...el no está muerto, no...tu lo sabes, el me lo dijo...- dice Aishe entre lágrimas y más lágrimas.

- Puede que el sabía que se iba a morir y realmente no quería decírtelo así...-empezó a decir la niqabi cuando su amiga la interrumpe.

- No. El no me haría eso. - Empieza Aishe.

- Tienes que superarlo, no puedes seguir viviendo así.- dice Meryhm antes de abandonar la habitación, dejando a su amiga, pensando en sus palabras.

Los siguientes días, siguió de la misma manera. Pero ya a las pocas semanas su alimentación empezó a mejorar y se le veía más feliz de vez en cuando.

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Pasan otros cinco meses, se podría decir que Aishe ha avanzado algo, intenta superarlo pero en el fondo el dolor sigue siendo el mismo. Hasta empezó a hacer diferentes actividades como dibujar más, hacer deporte más regularmente, hacer jardinería y así podría seguir enumerando. Pero todo eso era una manera de evitar su realidad.

Porque la realidad era dura y ella seguía sin aceptarlo.

Seguía sin aceptar que Suleiman, su Suleiman ya no estaba más en su vida, ni en la de nadie.

Se que es un capítulo muy corto, pero debe ser así para que el siguiente tenga sentido. Intentaré hacerlo rápido para no haceros esperar.

Espero que os haya gustado y no os olvidéis de votar ni de comentar. Ya sabéis que os dejo mi instagram abajo por si queréis seguirme que puedo subir actualizaciones sobre el libro y respondo todos los mensajes.

Ig: alisalialina_

Nos vemos en el siguiente capítulo,

                           Aly

¿Serás Tú Mi Maktub? Aishe Y Suleiman Donde viven las historias. Descúbrelo ahora