¿Serás Tú Mi Maktub? Aishe Y Suleiman

Chapter 9

Aishe finalmente se durmió profundamente por culpa del cansancio y la preocupación reciente. Se despertó en la madrugada, escuchando las voces de los anfitriones, de Suleiman y de desconocidos. Decide bajar por la escalera lentamente sin que la noten, va de puntillas. Llega a escuchar algunas cosas.

- Suleiman, deberías despedirte de Aishe...- dice Mustafá.

- Padre, ya hemos hablado de eso...No somos nada, ella simplemente es una esposa falsa.

Esa frase, le confirmo a Aishe que Suleiman no la quería, era simplemente amabilidad, no había ningún otro sentimiento.

- Ya es lo hora de salir, inshallah todo saldrá bien. - dice Suleiman y se escucha como abre y cierran la puerta, se habían ido. Solo Mustafá y Hafsa seguían en la casa.

Aishe se fue a la habitación de vuelta y se sentó en la cama. Hizo duaas para que todo saliera bien, sus padres estaban en peligro y ahora Suleiman también.

Finalmente se durmió de nuevo, pero solo fue por unas horas, cuando se despertó todavía estaba oscuro, miro por el reloj y eran las cinco de la madrugada. A juzgar por el silencio, todavía no habían vuelto. Aishe decidió bajar al Salón y liberar su mente.

Abajo no había nadie, decidió salir a la terraza, afuera brillaba la luna de plata. Le relajaba mirarla, era como si fuera una confirmación de que todo estaba en su sitio. Pero esa noche, todo parecía diferente. Finalmente el frío de la madrugada le recuerda a Aishe que era hora de meterse
dentro.

Al entrar, ve a los padres de Suleiman, parecía que ellos tampoco podían conciliar el sueño.

- Hola querida...Siéntate con nosotros - dice Hafsa, señalandole un sillón que estaba cerca.

Aishe toma asiento.

El silencio inunda la habitación, pero no era un silencio incómodo sino uno lleno de empatía y de apoyo.

Una intuición extraña aparece en la mente de Aishe, como si algo malo estuviera pasando. Se dejó guiar por el sentimiento y miro a Mustafá.

-¿Sabes el número del hombre con el que ha hecho un trato Suleiman? El Señor Santoro o algo así...

Mustafá frunce el ceño sin comprender pero asiente lentamente..

-Si, lo tengo ¿Que estás tratando? -le pregunta el hombre al ver la pequeña sonrisa astuta de su futura nuera.

- Tengo un presentimiento, prefiero asegurarme de que solo sea eso. Dame el número, porfavor.

Mustafá le tiende su móvil con el número del Señor Santoro, Aishe lo llama y rápidamente lo coje.

- Soy yo Aishe, seguramente no ha oído hablar de mi, soy la prometida de Suleiman, necesito refuerzos. Si puede mandar a más hombres, se lo agradecería mucho.

-¿Ha pasado algo? - dice Santoro con preocupación.

- Justo lo contrario, llevamos horas sin recibir noticias y eso no es buena señal.

- De acuerdo, mandaré a mis hombres hacía allá.

- No, mándalos aquí, yo me las arreglaré con ellos. - Dice Aishe, su voz era hipnotizante, como si tuviera años de experiencia en esos mundos.

- Entendido. - dice el hombre antes de colgar la llamada.

Dentro de media hora, los hombres estaban ahí. Ni Hafsa ni Mustafa decían nada.

- Iré con vosotros, por pura precaución. Entraremos por la otra entrada, así no nos verán llegar y podremos sorprenderlos en caso de que algo haya pasado.- Dice Aishe, mirando a los hombres que la miraban sorprendidos, pero simplemente asintieron y salieron hacia la fábrica.

Al llegar no se escuchaba nada, el sol ya estaba por salir, algunos pájaros ya estaban empezando a cantar pero eso solo hacia que el ambiente fuera más tenso. Los hombres iban por delante de Aishe, a la cual le dieron una pistola en caso de que se tuviera que proteger. Como dijo, entraron por la otra puerta. La vista era escalofriante. Los hombres que Santoro había mandado antes estaban gravemente heridos, algunos ya estaban muertos. Se escuchaban los gritos de los padres de Aishe y los de una mujer joven, seguro era Yasmin. Al mirar un poco, pudo ver a Suleiman atado a una silla, dos hombres a cada lado y uno enfrente que estaba riéndose como un verdadero maníaco.

- Que Allah nos ayude...- dice Aishe en un susurro antes de recargar la pistola y agarrarla firmemente. Pensando en su próximo movimiento.

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Muchas gracias por leer mi historia, espero que os esté gustando y no os olvidéis de votar y comentar que me ayuda a motivarme y seguir escribiendo. ¿Que pensáis que pasará ahora?

Nos vemos en el siguiente capítulo,

          Alyssa