20. INTERPOL

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06 de noviembre 2008

Hoy cumplo 27 años. Nunca creí que a la corta edad que tengo llegaría a formar parte de la organización policial más grande del mundo, la Interpol.

He dedicado los últimos años de mi vida a saber de ella; he llegado hasta este preciso momento de mi vida buscando sus pasos; hoy estoy más cerca de mi objetivo; realmente aún no he pensado claramente en cuál es ese objetivo; quiero verla, es cierto, quiero tenerla frente a frente, quiero explicaciones, quiero que me diga porque dejo que esto siguiera si sabía perfectamente lo que iba a pasar.

Hoy he llegado a las instalaciones del que será mi nuevo trabajo. Hoy comienzo una nueva vida, lejos de todo aquello que un día llamé vida.

***

Nunca es fácil llegar a un lugar nuevo. Cuando llevas años trabajando en un mismo lugar, llega un momento en el que te acostumbras. Te acostumbras al ronquido de tus compañeros en las noches de patrullaje, a la risa castrante de tu compañero de a lado, al par de compañeros que se la pasan el día entero analizando el mismo evento como si la cantidad de trabajo no fuera exorbitante, al que se levanta bruscamente de la silla gritando sin razón aparente, arma un operativo exprés y al final siempre se equivoca. Te acostumbras y al final terminas queriéndolos como a un amigo, como a un hermano, pues al final pasas más tiempo con ellos que con tu propia familia.

Te acostumbras a ellos, a sus actitudes y acciones; y al terminar el día son ellos quienes terminan convirtiéndose en tu familia, sí esa que ya te platicaba antes, la familia de sangre azul.

Al día de hoy llevó 16 años perteneciendo a la Interpol; bueno, al menos todavía este año era parte de la lista. Seguramente en estos momentos el atentado en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea es noticia internacional y muy probablemente ya se hayan girado fichas de búsqueda y captura hacía mi persona al rededor del mundo. En estos momentos soy una fugitiva, lo que no saben es que estoy aquí, en este pequeño espacio, retenida en contra de mi voluntad.

Intentaré resumir esos años en un par de palabras si es que eso es posible, después de todo no hay mucho que contar.

Entre como cualquier otro aspirante, una convocatoria, una entrevista y un puesto de trabajo, nuevamente un par de pruebas psicométricas y un maldito examen poligráfico; en ocasiones las instituciones policíacas te tratan peor que a un delincuente.

Una vez dentro, de alguna manera entre mis compañeros se corrió el rumor del apodo que me había sido otorgado años antes, sí, ese mismo Roca. Durante años recibí interrogantes de muchos de ellos, incluidos mis jefes, del porqué me llamaban así. Algunos de ellos infirieron que se debía a la forma tan peculiar que tenía para conducirme hacia los demás; la realidad es que nadie sabía el porqué.

Mi labor en esta institución en un principio no distaba en mucho con lo que realizaba anteriormente; me especialice en el análisis de información policial, esta vez a niveles internacionales. Como era de esperarse, me tope nuevamente con el caso Lombardo. Me impresioné al ver cuan grande era realmente esta organización criminal; no solo se extendía en territorio latinoamericano; había células criminales en todo el territorio de la Unión Europea y todas ellas respondían a una sola persona, Giorgio Lombardo.

Resumidamente, puedo decir que los años pasaron, Jaciel decidió casarse y con el tiempo vinieron los niños, se mudó con su familia a España y nos frecuentamos más de lo que hubiésemos pensado. Yo continué con mis labores al interior de la institución, alcancé el grado de "Comandante", y me convertí en la actual directora de la Unidad de Protección de Patrimonio Cultural de la Interpol.

EL PESO DE LA PLACA - (+18) - LGBT+ (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora