•°Crayon°• /Bakushima/

17; Apellido

Después de haber llegado a un acuerdo respecto al nombre de su "hijo" ambos niños salieron del lugar, con Izumi en brazos cuál bebé recién nacido. Ahora que ya no había nadie en la casa, por fin podían hacer la pregunta de siempre, por eso, se acercaron a la mamá de Eijiro, quién hablaba alegremente con Mitsuki.

-¡Mamá! ¿Katsuki se puede quedar a dormir?

-Eijiro, Katsuki ya ha pasado mucho tiempo aquí, debería irse a su casa.

-¡Pero mamá, nuestro hijo acaba de nacer, no podemos dejar que pase su primera noche sin su padre!-Como no, Eijiro volvía a hacer lo que al parecer más disfrutaba: actuar dramático.

Las dos madres se dedicaron una mirada fugaz, aguantando las ganas de reír a carcajadas.

-¿Cómo es eso de que habéis tenido un hijo?-La madre de Kirishima se agachó para quedar a una altura más cercana a la de los dos niños, y frunció el ceño, cómo si estuviera enojada.

Eijiro con algo de pavor al ver el ceño fruncido -fingido- de su madre, le mostró al dinosaurio de peluche. Mitsuki también se acercó para ver bien a su nieto.

-Se llama Izumi, pero es niño.-Informó Katsuki.

Las dos mujeres volvieron a mirarse. Y ya no pudieron evitarlo, ya no eran capaces de fingir que estaban enojadas con sus hijos. Simplemente, estallaron a carcajadas tras unos segundos en silencio.

-Es adorable.-La señora Kirishima le quitó el peluche de los brazos a su hijo.

-Se parece a ti, Katsuki.-Agregó Mitsuki.

Y el mencionado tan sólo frunció el ceño, y se cruzó de brazos, cómo si decirle que se parece a un adorable dinosaurio de peluche fuera el más grande de los insultos. Eijiro tan solo río ligeramente, mientras volvían a entregarle a Izumi.

-Bueno, en ese caso... Sí, puede quedarse esta noche.-Accedió la madre del pelinegro con una sonrisa radiante, igualita a la de su hijo. Eijiro comenzó a celebrar.-Pero sólo si a la señora Mitsuki le parece bien.

La celebración de los niños cesó tan rápido cómo empezó. Ambos se giraron a mirar a Mitsuki fijamente, para hacerla sentir presionada a decir que sí.

-No podría dejar que mi hijo no se haga cargo de su bebé.

Volvieron a celebrar, y con pequeños gritos emocionados alabaron y agradecieron a la señora Bakugou. Una vez esta se fue, tan sólo quedó la familia Kirishima, Katsuki, y el nuevo miembro de la familia de ambos. Los niños, portando a su bebé en brazos, subieron a la habitación de Eijiro para poder cuidar bien de este cómo todos unos padres responsables. Aunque fuera de práctica, tenían que hacerlo bien. Sentaron a Izumi como pudieron en la mesa del escritorio de Eijiro, y ambos se miraron.

-¿Y cómo se cuida a un niño?-Preguntó en ese momento Eijiro, rascando su nuca.

-Es cómo jugar a la mamá y al papá.

-¿Y quién es la mamá?

-¿Cómo lo dudas? Está claro que tú eres la mamá, Eijiro.

-¿Y por qué yo?

-¿Por qué haces tantas preguntas?

-¡No se! Pero responde, ¿por qué tengo que ser yo la mamá?

Bakugou, la verdad, es que no tenía una respuesta para eso. Simplemente Eijiro era la mamá y punto. No había más que discutir. Realmente no había una razón, tan sólo desde un primer momento lo pensó así y ya.

-Porque es Izumi Bakugou, y el apellido del papá siempre va primero.

-¡Kirishima es mejor apellido que Bakugou!

-¡No! A cualquiera que le preguntes te dirá que Bakugou es mejor que Kirishima.

Eijiro le dedicó una mirada de "ya lo veremos" frunció el ceño y sin más salió de la habitación, totalmente confiado de que Katsuki lo seguiría, y para nada se equivocó, en apenas unos minutos ya lo tenía yendo detrás de él. Bajaron hasta la cocina, dónde su mami se encontraba limpiando los platos utilizados en el cumpleaños de su hijo.

-¡Mami!

-Dime cariño.

-¿Que apellido te gusta más, Kirishima o Bakugou?

-¿Por qué esa pregunta?

-¡Katsuki y yo ahora tenemos un hijo! Pero no nos decidimos por el apellido que irá primero.

-Ei, es un dinosaurio. No necesita un apellido.

-¡No es cualquier dinosaurio! Es nuestro pequeño hijito, y tu primer nieto.-Replicó el pelinegro, mientras Katsuki tan sólo se mantenía detrás de este en total silencio, escuchando atentamente.

-Escoged jugando a piedra, papel o tijera.

Mami no fue útil. Así que, tendrán que ir a preguntarle a mamá. Pasaron al salón, dónde su otra madre estaba limpiando la mesa, algún niño, de alguna forma, había logrado manchar la mesa con los dulces de Nutella, pese a tener un extenso mantel cubriendo cada rincón de la mesa.

-Mamá, tengo una pregunta.

Esta se giró para ver a Eijiro.-¿Que pasa?

-¿Es mejor el apellido Bakugou o Kirishima?

-Los dos están bien.-Respondió con nulo interés.

Ninguna de las dos había servido de mucha ayuda, por eso, la única opción que les quedaba era preguntarle a su hermano mayor Akemi, esperaban de verdad que este pudiera dar una respuesta consistente que determine de una vez por todas cuál será el apellido del pequeño Izumi. Se encaminaron esta vez a la habitación de Akemi, dónde este se encontraba tirado en su cama. Eijiro se acercó a él y se arrodilló para quedar a su altura.

-¡Akemi, Akemi!

Este fingió que no escuchaba a su hermano menor. Kirishima tan sólo hizo un puchero, demostrando su enojo, y se fue hecho una furia, sin mirar ni a Akemi ni mucho menos a Katsuki. El rubio tan sólo lo siguió corriendo, para poder alcanzarlo.
Cuándo volvieron a la habitación vieron al peluche tirado en el piso. Ambos ahogaron un grito de horror.

-¡El niño!-Kirishima se dejó caer hacia Izumi, y lo levantó de forma dramática.-¡Mi hijo, pobre!

Bakugou tan sólo se acercó, con la intención de tocar el hombro de Eijiro, para decirle que no pasaba nada. Pero este se giró bruscamente y lo miró mal.

-¡Es tu culpa! No lo sabes cuidar.

-¡Oye! Si no te hubieras enojado no habría pasado nada.

El pelinegro se giró con el ceño fruncido, pero después soltó un suspiro aliviado.-Lo bueno es que el bebé está bien.

Eijiro no pudo aguantar mucho tiempo estando enojado con Bakugou.
Y finalmente, sólo se le olvidó la caída del niño y volvió a tratar de la misma forma al rubio. En definitiva, el "nacimiento" de Izumi tan sólo había atraído drama entre ellos.

Feliz cumpleaños al rubio 🥳