•°Crayon°• /Bakushima/

27; Carrera

La madre de Eijiro abrió la boca "sorprendida", en un intento muy malo de fingir que genuinamente le asombraba lo que acababa de decir su hijo, "¡Mamá, Katsuki ahora es mi novio!" Según ella esos dos pequeños llevaban años siendo novios, pero lo dejó pasar por el momento y simplemente siguió poniendo la mesa para que ambos niños se sentaran a comer. Más tarde hablarían sobre eso,  pero ahora sabía que tanto Katsuki como Eijiro debían estar hambrientos.

—¿En serio Ei?—Fingió totalmente.—¡Qué bien!

El pequeño azabache sonrió de oreja a oreja y asintió de forma energética con la cabeza, él también estaba feliz con su novio. Ahora su hermano mayor podría dejar de molestarlo por no tener una novia como él, ahora tenía a Katsuki que era el mejor novio de todos, mil veces mejor que la chica con la que salía Akemi. Su hermano se moriría de envidia al ver que él tenía el mejor novio de todos.

Ambos infantes se sentaron a comer mientras la madre de Eijiro le hacía un verdadero interrogatorio a los dos sobre cómo había ido el último día de clases, que habían hecho, todo con lujo de detalles, definitivamente quería saberlo absolutamente todo, hasta lo más irrelevante.
Los niños cómo pudieron lograron esquivar las preguntas de la mamá del azabache, y hacer que aquel interrogatorio —que no tenía nada que envidiar a los de los policías.— terminara cuánto antes. Tras eso, tanto Katsuki como Eijiro volvieron a subir a la habitación del segundo mencionado.

—¿¡Por qué le dices a tu mamá que somos novios?!—Exclamó algo enojado Katsuki en cuánto Kirishima cerró la puerta de la habitación.

—¡Porque lo somos! ¿que tiene de malo que se lo diga?

—Porque no funciona así.

—¿Cómo que no?—Preguntó algo aturdido, y pronto su confusión pasó a ser molestia, frunció el ceño y se cruzó de brazos para, según él, verse más "amenazante" obviamente, no obtuvo el resultado esperado.—¡Oye!
¿Y por qué no me dices nada antes?

—¡Porque no creí que fuera necesario decírtelo, creía que tú lo sabrías!

—¡Sigo sin entender que tiene de malo que se lo haya dicho! ¡es mi mamá, tiene derecho a saberlo, al igual que mi mami!

—¡No puedes simplemente decirlo cuándo sólo llevamos diez minutos siendo novios!

—¿Por qué no?

—¡Pues la verdad, no lo sé! Pero mi papá me dijo que tenía que esperar un tiempo antes de conocer a mis futuras suegras, o algo así.

—Oh. Bueno, pero fue tu culpa por no decirme nada antes.

—Siempre me estás echando la culpa a mí.

Eijiro no dió ninguna respuesta a lo último mencionado por el rubio, tan sólo le sacó la lengua de una forma burlesca y volvió a caminar por la habitación, dejando completamente de lado aquella tonta y corta discusión para comenzar a parlotear de cualquier otro tema que no tuviera absolutamente nada que ver. Katsuki no hizo más que escucharlo atentamente cómo siempre, por supuesto.

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Los pedales hacían su típico sonido cuándo los dos pequeños movían los pies. Las bicicletas avanzaban a un buen ritmo, mientras ambos algo agotados se limpiaban el sudor de sus frentes y soltaban algún que otro bufido por el insoportable calor.

—¿A dónde quieres ir?—Preguntó Katsuki de repente. Eijiro pareció pensarlo detenidamente.

—¡Vamos al lago del bosque!

—¿Al lago?—Hizo una divertida mueca de puro fastidio.—¡eso está demasiado lejos!

—¿Y qué? ¡tenemos toda la tarde! además, hace mucho que no vamos ahí.

—Está bien.

—¡Hagamos una carrera, a ver quién llega antes!

Y sin más preámbulos, Kirishima comenzó a pedalear con más fuerza, adelantando a Katsuki en cuestión de segundos. El rubio lo miró avanzar y dejarlo atrás, y frunció el entrecejo con molestia.

—¡Oye, no estaba listo! ¡eres un tramposo, Ei!

Pero desde la lejanía, el mencionado ya no podía escucharlo en lo más mínimo, ya estaba demasiado lejos cómo para comprender sus palabras. Bakugou sonrió de forma decidida, para comenzar a pedalear todo lo que sus pequeños pies le podían permitir. Por nada del mundo iba a permitir que el azabache le ganara en aquella carrera improvisada. ¡Él siempre era el ganador, y esa no iba a ser la excepción, no lo permitiría! Obtendría la victoria, aunque sus pies no pudieran más y dolieran cómo nada en este mundo. Pronto, logró alcanzar a Eijiro que seguía haciendo un gran esfuerzo por seguir liderando la carrera.

—¡Te voy a ganar!—Exclamó Katsuki de forma burlesca.

—¡Eso ya lo veremos! ¡hoy ganaré yo, estoy seguro!

Y quizá sí hubiera sido capaz de ganar, si no se hubiera caído en ese mismo momento de una forma muy torpe y tonta. Katsuki al comprobar que Eijiro no se había hecho daño —pues al segundo ya se estaba subiendo de nuevo a su bicicleta para continuar con la competición.— siguió su camino, tomando mucha ventaja.
Pobre Eijiro, su torpeza jamás le permitía ganar en ninguna de sus muchas competencias. Finalmente y tras unos intensos quince minutos pedaleando, por fin llegaron al lago del que Kirishima hablaba. Katsuki llegó primero, y a los segundos el azabache llegó, con un notorio enojo plasmado en su lindo rostro.

—¡No se vale! ¡fue trampa, me caí!

—¡No es trampa! ¡además, fue tu culpa por ser tan torpe!

—¡Sólo me has ganado porque me caí, si no te hubiera ganado con los ojos cerrados, que lo sepas! ¡algún día te ganaré, ya lo verás!

—Quizá cuándo aprendas a ser menos torpe puedas ganarme, por ahora, lo dudo.

—Cuándo seamos grandes y tenga más práctica, te ganaré siempre en todas las competencias, jamás me caeré e iré muy, muy, rápido, ¡tan sólo espera y lo verás!

—No lo creo.

—¿Por qué? ¿no me ves capaz de ganarte acaso?

—No podrás ganarme cuándo seamos grandes, porque cuando crezcamos, estaremos casados, y ya no iremos en bici, porque aprenderé a conducir, compraré un carro muy bonito, y te llevaré a todos los lugares que me pidas, ¡no tendremos porque competir!

Eijiro quedó en silencio, analizando las palabras de Katsuki, pero pronto sonrió de oreja a oreja, demasiado feliz.—¡Tienes razón!

Ayuda, me estoy quedando sin ideas para este fic 😭