Stan Bowes +18

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Irreversible

Finalmente había llegado el día de mí boda, mis nervios estaban a tope y aunque había pedido que la casa de mis suegros no fuese invadida por invitados, podía sentir la presión.

Cerré el refrigerador y salte en mí lugar al ver al papá de mí futuro esposo allí, ya con su traje listo.

- ¿Aún en bata? - preguntó con su ronca voz, luego asimile lo que me había dicho

Acomode mí bata ya que podía verse mí ropa interior debajo, había estado buscando algo de beber (de preferencia, fuerte) antes de entrar en el vestido.

- Tenía sed. - me justifique y miro la botella de vodka en mis manos

- Puedo notarlo. - asintió, sus ojos recorrieron mí cuerpo y mí rostro sin descaro

Las miradas del sr. Bowes nunca se me habían pasado por alto, no desde la primera vez hace tres años.

Pero está vez decidí devolver la mirada y esto pareció sorprenderlo, ya que nunca había reaccionado ante los poco discretos halagos de su parte.

- ¿Podría ayudarme con la cremallera del vestido? No creo poder sola y no hay nadie cerca. - suspiré

...

Mí bata cayó por mis brazos terminando en el mueble dónde me encontraba sentada. Sus hábiles manos acariciaron mí pierna en su cintura mientras la otra buscaba desprender mí brasier.

Lo sentí succionar mí cuello y gemi con un poco de dolor, si quedaba una marca me costaría esconderla, en unas horas comenzaba la ceremonia.

- ¿Que tan necesario es que estés presente en la boda? - preguntó en mí oído haciendo erizar mis vellos

Me arquee cuando sus labios bajaron a mis pechos descubiertos y luego siguieron su recorrido a mis bragas, las cuales movió a un costado antes de lamer mi zona más sensible.
Era increíble la forma en la que me devoraba sin despegar sus ojos de los míos, mis caderas estaban desesperadas por más y su lengua hacia un trabajo delicioso.

Desabrochó su camisa y pantalón al volver a mí altura, relamio sus labios dándome una pícara sonrisa antes de acomodarse entre mis piernas.

Su miembro se alineó con mí entrada y empujó su pelvis hacia mí, hundiéndose en mí interior, suspiré por el tamaño y decidí colocar mis brazos en sus hombros.

- Apuesto que nadie te va a follar como yo lo hago, cielo. - murmuró y mordió mí labio inferior

- Pruébelo, Stan. - susurré luego de pasar mí lengua por los suyos

Me inclinó ligeramente hacia atrás para comenzar a embestirme, primero lo hizo lento, luego rápido y duro.
No podía callar los sonidos que se escapaban de mí, por lo que cubrió mí boca con su mano. Aún así podía escucharse como nuestros cuerpos se unian y los fluidos chorreaban por su miembro.

- ¿Más duro? - pregunto destapando mí boca para poder besarme

Asentí gimiendo y mí espalda se pegó al mueble debajo de mí, era tan satisfactorio que lágrimas amenazaban con salir de mis ojos.
Mis caderas querían sentirlo lo más cerca de mí posible.

Me tomó por el cuello acortando el aire, y me hizo levantarme nuevamente, atacó mis labios y jugo con nuestras lenguas mientras su mano tiraba de mí cabello.

- ¿Pero que... - dijo alguien desde la puerta

...

- ... Para mañana estaría bien, gracias. - dijo para luego colgar el teléfono

- ¿Está bien? - pregunté desde el sillón

- Eso creo, al parecer solo dijeron que se canceló y nada más. - explicó - Aunque si han visto a Mike dudó que crean que nada sucedió.

- Te pregunto a ti, no luces bien. - dije viendo su rostro golpeado

- No esperaba menos, cielo. - me sonrió de lado acariciando mí mentón

Evan Peters One Shots +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora