Kit Walker +18

4K 124 45
                                    

roomie

Kit

Aún goteaba mí cabello cuando me acerque a la cocina, acaba de salir de la ducha y me había puesto mí pijama para tomar algo del refrigerador e irme a dormir.
Así que un sándwich de maní fue la mejor opción.

Me coloqué mis audífonos y me arropé dejándome llevar por la melodía de alguna canción de The Gorillaz.
Mis ojos pesaron pronto y mis bostezos cesaron en cuanto caí en un ligero sueño del cual me desperté cuando apretaron mí antebrazo.

- ¿Que sucede? - pregunté extrañado al ver a la chica

- ¿Que haces? - respondió con otra pregunta, una mala costumbre suya

- Creo que estaba durmiendo, ¿No te parece? - respondí sarcástico

Se sentó a mí lado en el colchón y su cabello rojo brillo por la luz amarilla que entraba por la ventana.
Sus ojos saltones e indescifrables me hicieron sentir algo tenso, a pesar de compartir departamento no éramos tan cercanos, ella nunca se había dirigido a mí por nada más que lo necesario, es más, está era la primera vez que entraba a mí habitación, lo cual lo hizo aún más extraño.

- Pensé que no te molestaría hablar sobre algo.

- ¿No podía esperar hasta mañana? - bufé

- No.

- ¿Y eso porqué?

- No me gusta esperar, Kit. - Me sonrió de lado, quise moverme pero me sostuvo contra el colchón - Ni se te ocurra.

- Sueltame ahora mismo. - algo en mí tembló

- ¿Si no qué? - alzó una de sus cejas

No supe que responder, me detenía con una mano en mí pecho, por lo que traté de moverme pero noté que algo brilló en su mano derecha, un cuchillo.

- ¿Que carajo... - murmuré asustado

Me quito los audífonos lanzandolos hacía la mesita de noche y quitó las sábanas que me cubrían.
Aún con miedo de moverme la ví sentarse sobre mis caderas, llevaba su pijama puesto, ni siquiera sabía qué hora era.

- Creo que me gusta alguien Kit. - dijo en un susurro - Pero el es muy distraído.

- ¿Qui... quien? - pregunté tartamudo

- Tú.

- Estoy saliendo con alguien. - me excusé - Podemos hablarlo.

- ¿Le serías infiel? - dijo jugando con el filo del cuchillo

- Podemos hablarlo, no tienes que lastimarme. - supliqué

- ¿Es un sí o un no? - insistió y al ver qué no tenía intención de responder, deslizó el metal por mí bicep provocando que grite

Tapó mí boca con su mano y me tensé al ver la sangre caer a las sábanas, algo que odiaba era la sangre.

- ¿Me vas a responder? - susurró y asentí - ¿Lo harías conmigo?

- Sí. - murmuré tragando saliva

Me sonrió con diversión y se inclinó para besar mis labios lentamente, sabia a fresa y su perfume suave podía percibirse muy bien de cerca. Abrí mis ojos mirando hacia la puerta y pensé que moviéndome rápido podría llegar a salir, pero cuando traté golpeó mí nariz con su puño y vaya que dolió.

- Hija de... - susurré con la mano en mí rostro

- No seas marica Kit. - rodó sus ojos riendo

- Déjame ir, no le diré a nadie. - dije seriamente

- No y no, por supuesto que no le dirás a nadie. - contestó acercando el cuchillo a mí cuello - Haz lo que yo diga y nada te sucederá Kit.

- Está bien.. lo que digas.

Me ordenó quitarme la ropa, así qué lo hice bajo su atenta mirada, había puesto pestillo como si pensara que trataría de escaparme nuevamente y en cuanto estuve desnudo se acercó a mí, sentándose a mí lado como cuando llegó.

Me pidió mis brazos y los amarró por las muñecas, luego en la parte de atrás de la cama, ahora sí no podría huir de ninguna forma.

- Vamos a divertirnos un rato. - murmuró dejando el cuchillo en la mesita de noche

Acarició la parte interna de mis muslos y mí piel se erizó cuando sus dedos rozaron mis testículos, tragué duro.
Se quitó la parte de abajo de su pijama y nuevamente se sentó sobre mis caderas, su cuerpo emanaba calor y podía sentir la humedad a través de su ropa interior.

Movió sus caderas de atrás hacia delante mientras se quitaba su blusa, no llevaba sostén y sus redondos pechos adornados por piercings quedaron a mí vista.

Cómo sí fuera poco estaba comenzando a tener una erección, sonrió buscando mis labios pero giré mí rostro, me tomó de la mandíbula para obligarme a besarla y adentró su lengua en mí boca.

- Besas bien Kit. - susurró mordiendo mí labio inferior - ¿Sabes igual de bien?

- Ojalá y te atragantes. - contesté recibiendo una bofetada

- Es la idea, cielo. - me guiñó un ojo

Besó y marcó mí cuello provocando que mí pene latiera, era mí punto débil y no podía ocultarlo.
Nuevamente mí piel se erizó al verla bajar sus besos por mí pecho, mordisqueó mis pezones y lamió mis abdominales.
No se detuvo en mí miembro, si no que bajó sus lamidas y mordiscos por mis muslos y volvió a subir a mí ingle.

Su lengua me rodeó y mirándome fijamente se llevó un testículo a la boca, chupando suavemente.
Insulté por lo bajo y quise mover mis brazos pero pude sentir que succionó ligeramente y un gemido se escapó de mis labios.

Bajé la mirada y me sonrió perversamente tomando mí verga en sus manos, la punta derramaba un poco de líquido pre seminal delatando que la situación me estaba excitando un poco.

Un poco mucho. A mí pesar.

Su lengua borró rastro de aquel transparente jugo e hizo círculos en la punta, mis piernas se tensaron, respire hondo siendo recibido por el calor de su boca.

- Basta. - susurré cerrando mis ojos, no podía creer que estaba perdiendo el control de semejante situación

Tenía ganas de follarla. A ella y a su maldita boca.

- No.. no, basta.. - supliqué tirando mí cabeza hacia atrás

Sus labios succionaban de arriba hacia abajo mientras jugaba con su lengua en mí largo.

- Dime qué te gusta Kit. - dijo obligándome a mirarla, sus ojos estaban ligeramente humedecidos, sus labios hinchados y está visita era tentadora - Dí que quieres que siga.

- Sigue. - mí voz se había vuelto ronca y mí pene rogaba por esa atención

Quería más.

Evan Peters One Shots +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora